Llegó el día en que un sueldo mínimo en Venezuela equivale a 10 manzanas, o a 8 kilos de carne, o a 6 cajitas de toallas sanitarias. Hay que decidir ya entre la comida o el aseo personal porque las dos cosas juntas es un lujo que pocos se pueden dar. Pero no se trata de la mentada guerra económica, ni de los especuladores, ni tampoco del malvado Dólar Today. Estamos en presencia de la simadización de la economía con precios justos revolucionarios calculados según la tasa de cambio creada por el propio Nicolás Maduro que hoy asciende a casi Bs. 200,00.
Ya se sabe entonces para qué fue creado ese sistema cambiario denominado Simadi que prometió en sus orígenes pulverizar el dólar negro, hoy más vivo que nunca. Dicho sistema “marginal” de divisas no ha servido ni siquiera para resolver el tema de los pasajes o de los carros. Nada. Hasta ahora no se sabe a quién le otorgan divisas por esa vía, ni para qué. La única utilidad que tiene la tasa Simadi es la de permitir la liberación de precios de productos básicos como los de aseo personal. Se trata pues de un dólar contable, que le permite a las empresas ahora calcular su estructura de costo en base a Bs. 200,00 por dólar, casi veinte veces más que antes con Sicad. Saquen ustedes la cuenta.
No en vano tenemos la inflación más alta del mundo y la devaluación más grande de nuestra historia. El Simadi fue creado por Maduro justamente con este fin, el de permitir que las importadoras traigan productos con dólar libre y lo cobren en bolívares ajustando los precios con una tasa contable similar a la del mercado negro. Por eso fue que la tasa Simadi comenzó siendo muy cercana a la de Dólar Today para sorpresa de muchos. Ahora la lista de precios de P&G y otras grandes trasnacionales dicen orgullosos que se trata de “Precios Justos” calculados según la ley de costos socialista.
Y es que la estrategia política del PSUV es la de camuflar su fracaso económico y maquillar con el lenguaje bélico las constantes devaluaciones decretadas en los últimos tres años que llevaron la paridad cambiaria oficial de 4,30 a 200 bolívares (fuertes) por dólar. Para tener una idea, en lo que se llamó el viernes negro del presidente Herrera estigmatizado por la historia como la crisis económica más aguda, el dólar pasó apenas de 4,30 a 7,50 bolívares. Esta vez la devaluación de Maduro es veinte veces peor, y aún así no se admite ni se corrige. Lo triste es que hasta que no se tomen medidas responsables y se reactive el aparato productivo, seguirá perdiendo constantemente valor nuestra moneda empobreciendo a toda la población. Esto es apenas el comienzo y si no cambiamos de modelo llegaremos a niveles impensables de hambre y miseria. Maduro no se atreve a ajustar el precio de la gasolina y a unificar el tipo de cambio solo para favorecer a las mafias que se benefician de estas distorsiones. El contrabando en la frontera, el bachaqueo y el cadivismo son hoy los negocios más rentables del mundo para cuyos intereses está gobernando Maduro en perjuicio de todo un pueblo que ve como su salario de apenas un dólar Simadi diario no alcanza ni para 10 kilos de queso blanco duro al mes.
Caso cerrado, el dictamen final lo tiene usted.
@chatoguedez