El canto y la danza son valores propios de nuestra identidad, es por ello que el Día del Folklorista fue festejado ayer en plenaria del Concejo Municipal con vistosos vestidos y gran emotividad.
Rosalinda Oropeza fue la encargada, como oradora de orden, de emitir el discurso en nombre de las agrupaciones.
Destacó que pese a ser decretado el tamunangue patrimonio cultural de la nación, la seguridad social del foklorista es una de las peticiones más sentidas de quienes enaltecen con devoción estos patrones culturales que se transmiten a través de las generaciones y se convierten en tradición.
“Hasta ahora no se ha prestado ayuda económica para los procesos de transmisión de saberes”, resaltó.
Oropeza no sólo considera necesario que existan más casas culturales para el intercambio de conocimientos, también ve con tristeza que folkloristas de la región con muchos años en la práctica de sones no tengan sustento ni donde vivir.
Solicitan aportes
A fin de que la tradición continúe creen que el Estado debe realizar aportes. “A lo mejor piensan que es vanidad un vestuario o un uniforme pero para nosotros es la alegría de manifestar lo que es llevar, por ejemplo, unos cachos de Tura y esto es costoso y los recursos salen de las familias pero no es suficiente”.
Proponen que a nivel del Estado deben ser retomadas las partidas para la asignación de los recursos necesarios en cuanto a las manifestaciones culturales, ya que cada vez son más las agrupaciones.
Para la presidenta de la Comisión de Educación y Cultura de la Cámara Municipal, Milagro Gómez, estas prácticas unen a los larenses. Los concejales de Iribarren entregaron merecidos reconocimientos a 31 cultores. Entre lo honrados están el grupo cultural Los golperos de San Juan, grupo musical Peña y Cocuiza y Cofradía San Juan Bautista.