Desde hace aproximadamente dos meses, se dañaron 18 luminarias ubicadas en el Hospital Universitario Pediátrico Agustín Zubillaga (Hupaz) y en sus alrededores y todavía no han sido restituidas.
Este hecho, según la doctora Idabelis Arias de Anzola, subdirectora de este centro de salud, ha propiciado un riesgo muy elevado, ya que los delincuentes aprovechan la oscuridad de la noche para ingresar por la entrada que da hacia la avenida Andrés Bello o por la zona donde están los contenedores de desechos sólidos para hacer de las suyas.
“Hasta ahora, los antisociales han sustraído varios aires acondicionados y motores de los extractores, los cuales que estaban ubicados en el pabellón cuatro. Además de ello, algunas personas que pernoctaban en el estacionamiento fueron víctimas de atracos a mano armada y aún se desconoce quienes fueron los responsables. Afortunadamente, en ninguno de estos sucesos ha habido ningún herido o lesionado”, dijo.
Ayer, una comisión de Corpoelec acudió al Hupaz para realizar la respectiva inspección del área afectada, para posteriormente proceder con el reemplazo de las luminarias.
Resguardo policial
“Ciertamente, en el Hupaz contamos con una brigada de seguridad. Sin embargo, el personal dispuesto no es suficiente para resguardar la integridad de todo el personal que labora en este centro asistencial y la de los familiares que permanecen en las fueras del hospital durante toda la noche. Por ello, los médicos consideramos que es indispensable incrementar el número de funcionarios, a los fines de evitar que puedan ocurrir hechos delictivos de mayor gravedad”, indicó la subdirectora.
Déficit presupuestario
Idabelis Arias de Anzola, aseguró que en la actualidad el Hupaz presenta diversas carencias en todos los niveles. La necesidad presupuestaria de este hospital es de 11.220.000 bolívares mensuales y el presupuesto anual es de 12.000.000 de bolívares.
“La insuficiencia de los recursos hace que tengamos un déficit de insumos, medicinas y material médico quirúrgico. Aunado a ello, tenemos limitaciones muy importantes a nivel de los laboratorios, la casa que nos provee los reactivos tiene muy pocos en su stock y no nos han despechado ninguno de ellos en lo que va del año. Las últimas pruebas que se realizaron fueron con los reactivos que quedaron del año pasado”.
Caso Río Claro
Con relación a la intoxicación masiva de la que fueron víctima los niños y adultos del sector La Cuchilla, caserío ubicado al sur de Río Claro, la doctora manifestó que la función primordial de los galenos en este caso fue atender a los pacientes según lo establecido en las pautas del manejo de los pacientes en emergencia.
Hizo énfasis en que para conocer las causas que originaron este hecho hay que esperar los resultados que arrojarán las investigaciones iniciadas por el Cicpc y la medicatura forense del Ministerio Público. “A ellos les compete analizar lo ocurrido porque poseen los laboratorios de toxicología mejor equipados”, acotó.