Venezuela daría un giro de 180 grados, si dejamos las amarras del populismo rentista y entre todos construimos e instrumentamos un proyecto de país, en donde el gobierno ceda todos los espacios que ha usurpado al emprendimiento privado. Venezuela es un buen ejemplo de que el socialismo estatista no es viable ni siquiera con los recursos petroleros a disposición.
Así lo señala Víctor Maldonado, Director Ejecutivo de la Cámara de Caracas es reconocida “Cámara Regional de Año” por Conindustria, al agradecer el premio, señalando que el mismo pone de relieve “el carisma institucional que nos ha diferenciado por más de ciento veintiún años: principios y valores de libre mercado”.
Indicó Maldonado que el año 2015 es crucial para darnos cuenta de que no hay atajos. Un país sano se construye lejos del populismo y muy cerca del flanco del respeto por los derechos de propiedad. Este país ha sido indebidamente confiscado de las posibilidades para hacer libre empresa, y por esa misma razón estamos experimentando este empobrecimiento atroz. Cuando nos preguntamos por qué estamos viviendo esta condición tan terriblemente singular tenemos que respondernos que es el resultado inequívoco de malas políticas. Este plan de la patria es para destruirla. El régimen de divisas acabó con la capacidad de producción nacional. El régimen de control de costos y precios imposibilita el comercio.
-Hay que replantear el papel del gobierno y desistir de la estatización.