La sonda Philae que descendió en un cometa ya despertó de una hibernación de siete meses y logró comunicarse con la Tierra durante más de un minuto, informó el domingo la Agencia Espacial Europea. La nave espacial se convirtió en noviembre en la primera que se posa sobre la superficie de hielo de un cometa, el llamado 7P/Churyumov-Gerasimenko.
Poco después de su histórico descenso, Philae logró realizar experimentos y enviar datos a la Tierra durante aproximadamente 60 horas antes de que sus baterías se agotaran y se viera obligada a apagar sus sistemas.
Los científicos confiaban en que la sonda reanudaría su funcionamiento cuando el cometa se acercara al Sol porque los paneles solares del aparato captarían suficiente luz para recargar sus baterías.
La expectativa se cumplió este sábado a las 08:28 de la noche (GMT) cuando la sonda envió nuevamente una señal a la Tierra.
«No me sorprende nada lo sucedido, aunque es emocionante que alguien llame de súbito en la noche y diga ‘tenemos una señal de Philae’ después de una espera de varios meses», señaló Stephan Ulamec, gerente de proyecto del Centro Aeroespacial Alemán. «Estamos felices».
La breve ráfaga de comunicación de la sonda contenía 300 paquetes de datos y fue transmitida a la Tierra por la nave nodriza Rosetta que orbita el cometa. Esa transmisión bastó para que los científicos supieran que Philae se encuentra bien y ha comenzado a captar suficiente luz solar para mantener las comunicaciones.
Ulamec afirmó que la sonda al parecer llevaba despierta varios días hasta que se comunicó con la Tierra porque algunos de los paquetes de información que recibieron los científicos contenían registros históricos.
Los expertos procederán ahora a modificar la órbita de Rosetta para que dure más tiempo la comunicación con Philae y puedan enviarle órdenes a fin de que ejecute nuevas lecturas, lo que resultará en nueva información científica.
La sonda volvió a hacer contacto este domingo en la noche.