Dos estudiantes y el general venezolano Antonio Rivero, a quien el presidente de su país ordenó arrestar en 2014, han finalizado la huelga de hambre que mantenían frente a Naciones Unidas después de que el organismo internacional pidiera el lunes la liberación de venezolanos detenidos por «ejercer pacíficamente su derecho a la libertad de expresión».
El Alto Comisionado por los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, declaró en Ginebra que está «seriamente preocupado» sobre la legalidad y las condiciones en que se mantienen a los detenidos.
«Algunos llevan en huelga de hambre varias semanas ya, lo que aumenta nuestra preocupación. Deberían ser liberados de forma rápida e incondicional», dijo el funcionario durante el discurso de apertura de la reunión anual del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
Rivero y los estudiantes venezolanos Josmir Gutiérrez y Eduardo Bavaresco iniciaron una huelga de hambre la semana pasada para exigir a la ONU que se pronunciase y exigiera la liberación de decenas de estudiantes presos en el país sudamericano tras varias protestas antigubernamentales en el 2014.
El lunes se declararon satisfechos con el pronunciamiento de Al Hussein.
«Fue un pronunciamiento corto pero creemos que fue contundente», dijo Gutiérrez quien también señaló que se han fijado dos reuniones con funcionarios de la ONU para dar seguimiento a los casos de presos en Venezuela.
Portavoces de la misión de Venezuela ante Naciones Unidas no respondieron de forma inmediata una solicitud de respuesta por parte de Associated Press.
Sin embargo, la semana pasada emitieron un comunicado a través del cual rechazaron las declaraciones que hizo Stephane Dujarric, vocero del Secretario General de Naciones Unidas, y quien expresó dudas sobre la legalidad de los procesos judiciales en Venezuela. Dujarric también dijo que el Alto Comisionado por los Derechos Humanos está preocupado por las condiciones de los presos.
«La República Bolivariana de Venezuela expresa su categórico rechazo a este pronunciamiento, realizado en nombre del Alto Comisionado para los Derechos Humanos», señaló la misión.
«Las declaraciones emitidas por el portavoz del Secretario General debilitan la credibilidad institucional del Consejo de Derechos Humanos en la medida en que prejuzgan el funcionamiento institucional de un país miembro de esta organización, y sobrepasan los mecanismos establecidos por éste, como el Examen Periódico Universal y los órganos de los tratados», agregó.
