Alfredo Alfonso Pérez, de 45 años de edad, se encontraba la noche del viernes en su vivienda, ubicada en la carrera seis entre calles uno y dos de Las Delicias, al norte de Barquisimeto.
A eso de las 10:00 de la noche salió hasta el porche con su mujer, estaban regando las matas, momento en el que un hombre encapuchado saltó la cerca y con una escopeta los amenazó de muerte si se oponían al robo que estaba anunciando.
El hombre les gritaba que buscaran la plata que tenían en la habitación, pero la mujer del fallecido, única testigo del hecho, asegura que ahí no tenían ningún dinero.
“Él trabajaba colocando puntos de ventas y ese tipo de cosas, el trabajo le daba para subsistir pero no somos adinerados”, explicó la mujer en medio del dolor que la embargaba, pues a pesar de no tener mucho tiempo como pareja la pérdida de un ser querido siempre es fuerte.
“Cuando nos metió para el cuarto, yo le supliqué que no fuera a disparar pero no me hizo caso, por el contrario haló el gatillo y acabó con la vida de Alfredo”; recordó la mujer, quien no se quiso identificar.
Después de lo ocurrido, llamó a su cuñado y éste a su vez a un primo que vive cerca del sitio del suceso. Cuando llegaron al lugar, ya no había nada que hacer, pues Pérez estaba muerto.
Rápidamente dieron parte a las autoridades y hasta el sitio se apersonaron los funcionarios de la División de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de Lara, quienes hicieron el procedimiento de rigor y abrieron un expediente junto a la investigación.
El hermano de Alfredo Adolfo estaba afectado por lo ocurrido, dice no creer en la justicia ni en la seguridad del país, pues rememoró que hace menos de un mes al hoy occiso lo habían intentado robar.
“Esa zona es muy oscura, no hay luz (…) En Venezuela sobrevive el más fuerte”, expresó el hombre, al igual que temía por la inseguridad, por eso prefirió mantenerse en el anonimato.
Los vecinos de la zona piensan que quien cometió el crimen reside por ahí, por lo cual cargaba puesto un pasamontañas.
También dijeron que la víctima era un hombre de bien.