Elixir de los dioses, agua de la vida; son los apodos que identifican a esta bebida espirituosa que ha dado un toque elegante a todo hombre por generaciones. Diferentes tipos, sabores y regiones de origen son los elementos que hacen de este uno de los más populares y buscados del mundo
Los orígenes del whisky son inciertos, pero el primer registro de esta bebida data del año 1405, donde los monjes de Irlanda destilaban una bebida similar llamada uisce-beatha, que se traduce como “agua de la vida”; desgraciadamente, el licor era reservado solamente para la aristocracia y el clero mismo. No será introducida a la gente común hasta 1496, donde un fraile escocés llamado John Cor lo destiló en su tierra natal, obteniendo 16 fanegas de malta, equivalente a 1500 botellas de whisky promoviéndola como medicina y una cura “contra la pena y la tristeza”. Luego de este histórico año y a pesar de los obstáculos que aparecían, críticas de la iglesia, edictos prohibitivos y cuestiones de moral e higiene, el whisky se convirtió en una de las mejores bebidas de todo hombre y mujer en el mundo.
Elegante proceso
Los ingredientes del whisky, como todo el mundo sabe, son la cebada, el centeno, trigo y maíz, pero la mayoría de las destilerías prefieren la cebada sola, por razones de tiempo y técnicas.
El proceso de destilación es muy complicado: primero se crea la malta de cebada por un proceso de cuatro días; luego se viene a la destilación como tal, que se hace dos veces agregando levaduras a la malta ya hecha, logrando la fermentación; y tercero, se almacena el material fermentando en barriles de roble para su posterior envejecimiento (añejamiento) y dependiendo de la destilería, el proceso puede durar de tres a doce años.
Diferentes especies
A pesar de ser considerada una bebida simple, es complicada clasificarla al fondo; aunque la mayoría solo conoce los tipos geográficos: Escocés, irlandés, gales, americano, entre otros (indio, japonés, francés y alemán); pero el tipo de clasificación que no conocen es por el tipo de mezcla, que son el whisky de malta y de grano, subdivididos de la siguiente forma: Mezcla de maltas (vatted malt); proveniente de una única destilería (single malt); pure pot still (hecho en un alambique pot still); mezclado (blend) y cask strength (literalmente, fuerza de barril). Sin embargo, esta clasificación no quita su atractivo, y el whisky siempre será un elemento atractivo y elegante en la vida de una persona.
