Estamos completamente de acuerdo con los que piensan que no debería haber un día específico al año para homenajear a nuestros padres, sin embargo, la sociedad así lo ha decidido y es por eso que hoy queremos rendirle honores a los hombres de la casa, a esos seres que nos abrazan cuando tenemos miedo, a nuestros héroes, a los reyes de nuestra historia, y qué mejor manera de pasar un rato divertido con ellos que viendo esas películas que aplauden su maravillosa labor
No se aceptan devoluciones
Valentín, un hombre que vive sin compromisos ni responsabilidades, recibe la inesperada visita de una vieja conquista, quien desaparece rápidamente dejando bajo su cargo el fruto de aquel fugaz amor: Una bebé de un año llamada Maggie. Desesperado por devolver a la niña, viaja a los Ángeles donde conoce a un importante productor de cine que lo contrata como doble.
Tras 7 años juntos, Maggie y su padre entablan una espectacular relación, por lo que hará lo inimaginable para conservarla ante la amenaza de una madre que reaparece pretendiendo recuperarla.
Mrs. Doubtfire
Daniel Hillard es padre y esposo. Sus hijos lo consideran un papá maravilloso, pero su mujer está cansada de que se comporte como si él también fuese un niño. Tras un accidentado divorcio, lucha con todas sus fuerzas para conseguir la custodia de sus chicos, pero el juez se niega rotundamente y no se la concede, por lo que decide hacerse pasar por una señora mayor para poder ser, al menos, la niñera de sus pequeños.
En busca de la felicidad
Un hombre que lucha por mantener a su familia a flote, es abandonado por su esposa que no puede más con tantos problemas económicos. Convertido ahora en padre soltero, intenta por todos los medios encontrar un trabajo mejor pagado, pero tras no conseguirlo rápidamente es echado de su apartamento, por lo que él y su hijo se ven obligados a pernoctar en refugios, estaciones de tren y baños públicos, experiencia que a pesar de todo no le impide seguir dándole al pequeño todo el cariño del mundo.
La vida es bella
En 1939, a punto de estallar la Segunda Guerra Mundial, el extravagante Guido llega a Arezzo, Toscana, con la intención de abrir una librería. Allí conoce a Dora y, a pesar de que es la prometida del fascista Ferruccio, se casa con ella y tienen un hijo. Al desatarse el conflicto bélico, los tres son internados en un campo de exterminio, pero el creativo y fantasioso padre lo inimaginable para hacer creer a su hijo que la terrible situación que están padeciendo es tan sólo un juego, evitando así que el pequeño sufra.
Yo soy Sam
Una joven mujer abandona a su hija el día que nace, dejándola en manos de su padre que es deficiente mental. Cuando la niña cumple 6 años, comienza a demostrar una inteligencia superior a la de su papá, por lo que el Estado cuestiona la capacidad de Sam para cuidarla y educarla y lo someten a un juicio para quitarle la custodia. Tras perderla, Lucy queda a cargo de unos padres adoptivos, mientras que Sam hace lo habido y por haber por seguir siendo parte de la vida de su hija.
Definitivamente, quizás
Will Hayes está en pleno proceso de divorcio, pero su hija Maya, de diez años, quiere saber cómo era su vida antes de casarse. Para complacerla, Will rememora su pasado de joven idealista en NY interesado por la política y le cuenta de tres mujeres a las que les pone nombres falsos. Muerta de la curiosidad, Maya intenta adivinar cuál es su madre, por lo que comienza a unir las piezas del rompecabezas amoroso de su padre y empieza a comprender que el amor es algo muy complejo.
