Conocidos también en su término en ingles como “coachbuilders”, este tipo de vehículos está causando revuelo en el mundo automotriz con el surgimiento de marcas independientes que se enfocan en la producción de automóviles a la medida para un público más exigente y exclusivo, con la diferencia que en vez de usar el sistema de producción en serie, usan técnicas artesanales para la creación de esos vehículos
Los orígenes de esta tendencia de crear carros “a la carta” no es nueva: en los primeros años del siglo XX, las primeras marcas automotrices fabricaban sus productos de manera artesanal, ya que los clientes eran en su mayoría miembros de la clase alta y eran ellos quienes escogían las características de sus “joyas” en el acabado final. Con la llegada del método de producción en serie, la creación de autos fue más rápida y accesible para todos e hizo que la mayoría de las marcas no sobrevivieran al cambio y las que sí, tuvieron que cambiar su enfoque para poder seguir en pie.
En la actualidad…
No fue sino hasta entrado el siglo XXI, que debido a los cambios tecnológicos y sociales de sus primeros años, las personas de clase alta también empezaron a encontrar experiencias nuevas y otras actividades de ocio y los automóviles no son la excepción. Marcas de alto calibre como Lamborghini o Ferrari, empezaron a fabricar modelos exclusivos (ediciones de aniversario) para sus clientes selectos con ciertas modificaciones para no afectar la calidad de sus vehículos; mientras que otras independientes, fabrican sus autos desde cero y de manera artesanal o para clientes nostálgicos, replicas exactas de automóviles antiguos usando el chasis de un modelo más moderno para colocar la carrocería ya prefabricada de dicha marca. Debido a la gran cantidad de marcas dedicadas a la fabricación de este tipo de vehículos, las que tienen mayor peso en la industria son Tesla Motors; SAM (Société Automobiles Ménara); SpykerCars y Mitsuoka.
¿Qué tipo de público y cual precio?
Debido a que estos vehículos son obras de arte, no fueron diseñados para todo tipo de carretera ni de público, sino para un reducido grupo en el mercado automotriz. Jan Hurtado, presidente de la marca española Hurtan, dice que los vehículos que fabrica su empresa son comprados por gente de unos 40 a 60 años con un poder adquisitivo medio alto y alto. El factor de este nicho: su estética, parecida a firmas clásicas como la británica Rolls-Royce, atrae a los amantes de lo clásico.
Y en cuanto a la parte económica, es muy costoso obtener uno, incluso si es de una marca no tan conocida ya que incluye el costo de producción, el material que se usó para la fabricación y las horas de trabajo que estos “artistas mecánicos” dedicaron a sudor suelto a fabricar uno.