Durante los 15 años de ejecución de la Educación Bolivariana, son muchas las diferencias que se pueden manifestar para hacer de este proceso una crítica a profundidad. En ella se ha tenido algunos momentos en los cuales han querido implementar elementos con aportes positivos para el país, pero lamentablemente el aspecto politizado en la Educación la ha quebrantado y desnivelado, dado que, a pesar de ser Bolivariana no se ha cumplido aquella frase libertadora que hizo una vez al sugerir que: ”En las cosas de la educación, el sentimiento y la intención política no deberían enturbiar el deber ser de la calidad educativa”.
En ese sentido se argumenta al respecto que el gobierno de turno ha tenido como norte hacer de la educación un sistema inclusivo, en donde ha despuntado la demagogia hacia los estudiantes, a los cuales se les ha ofrecido entrar a los recintos universitarios así no tengan los promedios que las diferentes casas de estudio exige; sobre esto hay promedios que no representan la capacidad de un estudiante, pero debe haber una medición que señale cuáles tienen capacidades para continuar estos niveles de estudio, dado que ingresar estudiantes sin competencias es abultar el presupuesto para la educación en este nivel, el cual podría darse a los subsistemas de inicial, y primaria, las bases de la pirámide educativa.
Por otra parte han querido instaurar una Educacion Bolivariana con denigrantes intenciones de implantar un socialismo que no está en la Constitución. Recordemos la frase: “Con mis hijos no te metas”, que evitó en primera intención llevar a cabo este atropello a la Carta Magna de 1999.
Otro hecho lamentable, el comportamiento del gobierno de irrespetar las contrataciones colectivas, eliminar la selección por concursos, y, lo imperdonable, darle el mísero sueldo a los educadores en todos los niveles, hoy inferior al de Haití, Honduras y Bolivia, países que liderizaban las carencias en la América Latina.
Actualmente los profesores universitarios, desfasados de la realidad económica, nunca habíamos estado tan bajo de los alcances de la canasta básica como hoy, producto de la devoradora inflación, del manejo económico tan cruel e ineficaz que ha hecho este régimen, el cual, acompañado de incapacidad, corrupción y desconocimiento, lleva por un voladero a la nación.
Se finaliza revisando mentalmente el estado catastrófico en los cuales se encuentran casi todos los centros educativos públicos, la inexistencia de tantas escuelas y centros educativos que por boca de los dos mandatarios han salido, y de los cuales están ponchados, porque quedaron en ofrecimientos. A esto se le incorpora los presupuestos para las universidades dejando desde el 2005 de atender como se debe la extensión y la investigación.
Culminamos con dos reflexiones: El gobierno tiene una propaganda donde dice que Venezuela es el país con mayor matrícula educativa (revisen la calidad de las Misiones), y la más preocupante: “Venezuela con uno de los últimos lugares en calidad educativa”, si asocias lo argumentado con estos resultados fácilmente concluirías que con este panorama educativo, la inseguridad y el balance económico ni que visiten 30 millones de casas convencerán a nadie. Perdieron su tiempo. Cedan el paso.
