«Es importante que los estudiantes entiendan el valor económico de una cultura corporativa que valora la integridad». Con respecto a los resultados esperados. Decía: «No esperamos que todos sean santos, pero queremos que la gente crezca para responder a situaciones donde los principios requieren coraje y moral, incluso cuando conlleva costes». Richard Schmalensee, decano de la Sloan School of Management en el Massachusetts Institute of Technology.
Para mantener los valores éticos en perspectiva, debemos reflexionar hacia dónde vamos y, los métodos que usamos para llegar allí.
Las características en un comportamiento ético son: Honestidad y confiabilidad, en todas las relaciones. Confiabilidad en el desempeño de asignaciones y tareas; Verdad y exactitud cuando hablamos y escribimos.
Por otro lado, debemos pensar, cuán orgullosos estamos de la actividad que realizamos, que nos permita resistir a efectuar acciones no éticas.
Debemos ser pacientes, para no buscar resultados o beneficios rápidos que frecuentemente son la consecuencia de acciones no éticas. Manteniendo valores éticos, frecuentemente tomará mayor tiempo, antes de alcanzar el éxito. Existe la necesidad de balancear el deseo de obtener resultados, con lo que significa alcanzar esos resultados.
El deporte rey genera un negocio de 45.800 millones de euros anuales que abarca cada vez más sectores económicos en muchos más países. Millonarios rusos y árabes, bancos, grandes marcas, clubes, agentes y jugadores se reparten este negocio, que se expande imparablemente en Asia y Oriente.
Pepe Samitier ( 1902-1972),conocido no solo por haber militado en el Real Madrid y el Barcelona, sino por su lúcido sarcasmo dijo hace mucho tiempo: “ Si el fútbol fuera negocio lo tendrían los bancos”. Pero si jugase actualmente sentiría como el balón y las ilusiones giran de una manera muy distinta. El futbol, pese a los escándalos de corrupcion destapadas esta semana en la FIFA, es una industria que genera en el planeta esperanza y 50.000 millones de dolares.Es un espacio donde las entidades financieras se han convertido en los maximos inversores y donde la fiebre del futbol hace tiempo que traspasó Europa y América Latina.
El caso de la trama de corrupción que durante años se ha enraizado en la FIFA- sobornos y fraude en torno a los campeonatos del mundo-, viene a ratificar que el negocio del fútbol requiere una dirección global menos corporativa y más ajustada al modelo de controles externos e internos que se aplican en los mercados.
La regulación del negocio implica un primer paso:exigir el cumplimiento estricto de condiciones de salud financiera a cada equipo en todas y cada una de las ligas del mundo, sea el club propiedad de los socios o de inversores privados. Esta exigencia, hoy, pareciera papel olvidado, ya que los clubes han fundido su existencia a la mística local o regional y operan en términos de endeudamiento con un gran margen de irresponsabilidad. Si se disciplinan los clubes y se impone un marco juridico a sus finanzas,la superestructura (UEFA, FIFA) mejorara desde la base.No obstante, el escándalo mafioso de la FIFA pide a gritos acciones inmediatas. Por ejemplo, limitar los mandatos de los presidentes y los directivos e imponer normas de concurso público en los contratos.Lamentablemente una dictadura de 17 años, termina entre escándalos y metidas de pata.
Definitivamente, tenemos que recordar, que los comportamientos éticos comienzan donde las reglas escritas, las políticas y los lineamientos se acaban.