No sé cuantos de mis amables lectores recuerdan el significado que tiempo atrás tuvo la promoción de la llamada Carta a García. En lo que a mí respecta, tuvo un impacto importante cuando era estudiante universitario. La carta a García o también, Mensaje a García, es un ensayo escrito por el estadounidense Elbert Hubbard en 1899. El escrito son directrices sumamente importantes que debía entregar con extrema urgencia un hombre llamado Rowan de parte del presidente de los Estados Unidos, al revolucionario cubano Calixto García en la guerra de Independencia de Cuba. Rowan, no pregunta como llegará, donde encontrará a García, qué recursos usará, a quien contactará. Simplemente toma la carta y emprende la travesía con la seguridad que cumplirá con la comisión asignada por el presidente.
Este ensayo, es un llamado contra la pereza, contra la abulia de las personas, de los trabajadores; se intenta cambiar esa actitud pasiva, esa falta de carácter, de atención, de ganas de hacer las cosas. El mensaje es en relación a las cosas y obligaciones de los hombres, de los trabajadores, que son simples y no necesitan de preguntas y excusas tontas. Nos enseña, que el deber se hace o se hace. Y esas son las personas que triunfan en el mundo. Lamentablemente estamos viviendo tiempos en este planeta y en nuestro país donde la influencia ideológica en la estructura política de la nación acabó con los vestigios que quedaban de ese ímpetu.
En cuanto a nosotros los cristianos, que es el tema que mas me interesa, también tenemos una “Carta” para la humanidad. Es la carta Magna del cristiano y se encuentra en el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. En la SANTA BIBLIA. Pero una condición previa para el éxito verdadero, es la obediencia a la Palabra de quien no comisiona. La cual nos ha sido entregada por Dios a cada uno de sus hijos, para que se la llevemos a cada hombre o mujer en cualquier rincón del mundo de manera urgente. Para que la lea, la estudie, la obedezca y pueda comprender la estrategia de nuestro Dios para la Salvación de la humanidad. Es el plan de Dios, con los detalles bien precisos para ser verdaderamente libres y acceder a la Patria Celestial y a la Vida Eterna.
Por ello Dios es claro, conciso y preciso cuando da la orden y asigna la Gran Comisión. “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado”Mat.28:19,20. Aquí, Dios no está haciendo una sugerencia, está ordenando se haga un trabajo y la historia conocida como Carta a García, debe motivarnos a cumplirlo. Igual, es un llamado contra la pereza, contra la abulia del cristiano. Es cambiar esa actitud pasiva y la falta de carácter, de atención, de ganas de hacer las cosas que son para Dios y la Salvación de la humanidad. El mensaje, es en relación a las cosas y obligaciones que tenemos, quienes decimos seguir a Cristo, que son simples y no necesitan de preguntas y excusas tontas. Nos enseña, que el deber se hace o se hace. Y en esa Carta Magna está todo especificado. ¿Qué vamos hacer? ¿Llevaremos la carta? ¡Hasta el próximo martes Dios mediante.