La situación política en Venezuela dividió este martes a los países de la Celac y de la Unión Europea en la reunión de ministros de Relaciones Exteriores, la víspera de la cumbre birregional de este bloque de 61 países.
«Hemos conversado, hubo una evidente preocupación» de la UE como de las delegaciones de la Comunidad de Estados de Latinoamérica y del Caribe, dijo el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, cuyo país preside la Celac, en conferencia de prensa junto con la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini.
«Pero también hubo un espacio de solidaridad para que Venezuela salga adelante de algunos momentos de crisis que ha vivido (…) así como para que no haya decisiones unilaterales de países que puedan afectar extraterritorialmente» a Venezuela, agregó.
La Celac propuso un párrafo en la declaración final, que será llevada a la cumbre, de condena y rechazo a las declaraciones de Estados Unidos, que calificó a Venezuela como una «amenaza» a su segudidad.
«Son temas que hemos venido discutiendo entre las dos regiones y que seguramente se verán reflejados en el documento final», señaló Patiño.
Aunque esta posibilidad tiene escasas chances de ser aceptada por la UE que ya expresó en varias oportunidades la «preocupación» por la situación política así como por los líderes de la oposición en detención.
El Parlamento Europeo aprobó numerosas resoluciones de condena al gobierno de Nicolás Maduro, todas impulsadas por los eurodiputados españoles del Partido Popular, en el poder en España. Entre los Estados miembros, España mantiene ríspidas relaciones con el gobierno venezolano.
«Quizás no podemos usar las mismas palabras, pero hay un espíritu común para tratar estos temas», agregó Patiño citando el caso de Venezuela, pero también del embargo «injusto» a Cuba o de la elaboración de un marco jurídico para regular los procesos de reestructuración de deuda soberana, que la Celac propone que se incluyan en la declaración final.
«Tenemos diferencias, no sólo entre nosotros sino también entre nuestras regiones, esto es la fuerza de las democracias y la diferencia dentro de la unidad», señaló por su parte la jefa de la diplomacia europea.
Hasta este martes por la noche en Bruselas, las dos partes seguían negociando los términos de la declaración.
La reunión de ministros fue también la ocasión de evocar los otros temas del texto final. La lucha contra el cambio climático, de cara a la conferencia de París de fin de año.
Patiño, dando cuenta de los debates, abogó por «poner una vos fuerte de las regiones para un acuerdo ambicioso y jurídicamente vinculante» sobre el clima en París.
«El trabajo para alcanzar un acuerdo vinculante en París es crucial. No podemos permitirnos que fracase» la conferencia, dijo Mogherini.
Además del cambio climático, los ministros debatieron, según Mogherini, sobre el desarrollo sustentable, la trata de personas, la no proliferación nuclear y la lucha contra el narcotráfico. Temas evocados en las dos declaraciones finales de la cumbre, cuyo borrador pudo ver la AFP.
«El mundo ha cambiado. Latinoamérica y el Caribe cambiaron así como la Unión Europea. Pero nuestra asociación es más relevante y fuerte hoy que en el pasado», indicó Mogherini.
Sobre la mesa de los mandatarios de ambos bloques que se reunirán este miércoles y jueves está el proyecto de organizar reuniones ministeriales birregionales de manera más regular.