A estas alturas, nadie duda que la actriz Salma Hayek es una de las mujeres más sensuales del planeta. Desde que comenzó su carrera cinematográfica, la mexicana ha pasado por diferentes fases de aceptación de su erotismo: primero quería ocultarlo y con el tiempo ha aprendido a manejarlo a su favor. Y a sus 48 años, está más dispuesta a disfrutarlo que nunca.
«Con el paso del tiempo, me va gustando más el adjetivo «sexy»», ha asegurado en la gala de premios Guys Choice Awards, en la que salió premiada como «Sexy de la década». Y es que sus apariciones en la alfombra roja en ajustados vestidos y amplios escotes no dejan a nadie indiferente, y cuesta creer que Salma hubiera sido madre alguna vez dela pequeña Valentina, de 8 años.
«Cuendo empiezas lo último que te quieres es que te vean guapa. Quieres destacar por tu talento. Recuerdo mis primeras entrevistas, con titulares tipo «Salma Hayek, la bomba latina» y eso lo interpretava como que era una terrible actriz pero al menos estaba buena», confesó la actriz. «Todos me decían que eso significaba simplemente que además de saber actuar era sexy. Pero para mí no era suficiente, quería que hablaran de mi trabajo», añadió.
Pero el tiempo pasa, y con casi medio siglo de vida a sus espaldas, Salma ve las cosas de otro modo. Ya no le molesta ese adjetivo que siempre pende sobre ella. Es más, lo agradece. «Mira el premio que voy a recebir. Por Dios, es maravilloso que te digan que eres «sexy» después de los 40», bromeó. Y aunque son muchos los que están de acuerdo con que Salma Hayek es una de las mujeres más atractivas del planeta, la actriz recordó que su belleza ya tiene dueño: su marido y padre de su hija, François-Henri Pinault.