Cuando somos niños siempre vivimos de ilusiones y soñando cada vez más con cosas llenas de color y diversión. Un pequeño nunca deja de sentir que todo es posible y puede llegar muy lejos tan solo con su mente. Este es el caso de Romer Peña, un chamo de 26 años quien con un enorme amor por las estrellas ha continuado soñando como un niño logrando grandes cosas. Conozca a este divertido cuenta cuentos
Quienes tienen el privilegio de conocer a Romer Peña, disfrutan de una personalidad llena de sueños, colmada de sonrisas y buenas vibras. Él es un chamo quien desde pequeño, y hasta ahora, no ha parado de soñar e imaginarse miles y miles de historias llenas de cosas lindas.
Es psicólogo, actor de teatro, recreador y cuenta cuentos, y algunos se preguntarán ¿cuenta cuentos? Pues sí, y gracias a sus increíbles historias y puestas en escena ha cosechado amistades y reconocimientos, y logró con su trabajo montarse por primera vez en un avión y viajar a varios países llevando estas anécdotas que imagina como todo un niño grande.
¡Estrellas que saben reír!
Romer háblanos un poco de tu niñez
Yo nací en Caracas pero me trajeron a Barquisimeto cuando tenía 6 años, mi papá quería que yo creciera en un lugar más tranquilo y digo a manera de chiste que nos ubicamos en la Carucieña. Yo soy producto del oeste de la ciudad. De niño siempre supe que era algo con el arte, al principio quise ser cantante pero no cantaba nada, pero mi vida estuvo relacionada con el arte. En Caracas me organizaron una despedida y me pusieron a interpretar a un sapito y recuerdo con mucho gusto la carta de una maestra que decía que era un sapo que ahora iba a saltar más lejos, tan lejos que llegaría a Barquisimeto.
¿En qué momento descubres que tienes la virtud de ser cuenta cuento?
Pues cuando fui creciendo no vi eso como una opción de vida porque pensaba que vivir de esto y en este país era muy complejo. Pero me rodeé de gente que vivía de eso, por ejemplo Flora Ovalles es quien me inicia profesionalmente en el oficio y cuando llegué a las filas de la Unoes y conozco gente del mundo en el Festival de la Oralidad que vive de contar cuentos, pensé que yo también podía. Desde el bachillerato quise estudiar teatro, de hecho la psicología fue algo que apareció luego, pero ya en cuarto año dije que quería ser actor profesional, pero nunca pensé en llegar a la televisión. Fue cuando vi una obra en el Teatro Juares que dije yo quiero estar aquí.
¿Recuerdas cuál fue tu primer cuento?
Yo no quería contar cuentos, el único que había visto era al Caimán de Sanare que me gustaba pero no me llamaba la atención esto. Pero me inspiré en un cuento peruano y escribí uno que se llamaba Julio y la Rana que es una historia de un niño que no conoce el mar y se va a la playa y durante el viaje una rana y una piedra le hablan y el cuento expresa un poco lo que me iba pasando, en mi familia no hay artistas entonces de pronto tener uno en la familia era como extraño. Pero fue gracias a éste que me invitaron por primera vez a Colombia.
Háblanos un poco de los eventos donde has estado
Todo es muy mágico, no podría resumir todo lo que ha ocurrido. La posibilidad de cambiar mi vida realmente gracias a los cuentos es una cosa que nunca imaginé. Conocer otros países tan solo por contar cuentos y no por mi posición económica es gratificante. El primer país que conocí fue Colombia al que regreso con mucha regularidad, ahora mismo me invitaron a un festival muy importante que se llama “Festival Abrapalabra” donde estarán Julieta Venegas, Draco Rosa y más. Es un festival a donde pensé que me faltaba muchos años para asistir y cuando me llega la invitación pensé que era una bendición, voy a Barranquilla a “El Caribe Cuenta” y soy coordinador artístico de un festival colombiano en el norte de Santander. Todo me tiene muy contento.
Cuéntanos de Gato Encerrado
Yo estoy muy contento con ese trabajo, Gato Encerrado ya es una obra teatral y es un digno ejemplo que las artes más que distanciarse una de la otra, se unen y complementan. Hay un trabajo hermoso que hace Ricardo Marapacuto con el área audiovisual del espectáculo y esta obra nos representó en el Festival Internacional de Teatro de Caracas y Valentina Castellanos que es la directora y escenógrafa de la pieza hace un trabajo con reciclaje impresionante. Es un coqueteo con varias áreas del teatro: el del objeto e intimista. Yo me la pensé más pequeña pero cuando la vi hecha creció muchísimo. Es un niño que vive en un edificio y va visitando a todos sus vecinos creyendo que le robaron su gato y se da cuenta de quienes son cada una de esas personas que viven ahí.
¿Cuál ha sido el público que más te ha impresionado?
Creo que los niños… ellos no se van a quedar si la obra no les gusta, simplemente se paran y se van y por eso creo que es el público con el que estoy más agradecido. Sin embargo con los adultos me va muy bien y es un buen gancho escénicamente hablando. Los hago sentirse como niños nuevamente jugando con aviones de papel. A nivel universitario en Colombia estar en “La Perola” es un reto porque igual ellos si no les gusta se paran y se van, es un escenario de 360 grados y es referente de narración y pues un buen día estuve ahí y todos me aplaudieron.
¿Existe alguien a quien desees contarle una de tus historias?
Es una pregunta que me toca muchas fibras, me gustaría contarle una historia a mi tío Israel del que heredé el amor por la lectura, tengo muchos de sus libros y ahora que estoy grande pienso que opinaría mi tío de mi carrera ya que era el más artista. También me hubiera encantado contarle algo a Tío Simon quien es un referente del cuento popular venezolano.
Dices que eres soñador ¿con qué sueñas?
Yo estoy más tiempo en las estrellas que aquí, o sea estoy más tiempo imaginando mis sueños y estoy despierto para realizarlos, de hecho es una especie de slogan que tomé. Sueño con paz, con un país seguro para vivir, con un país lleno de oportunidades, sueño con poder viajar muchísimo pero volver a decir lo que aprendí. Estoy trabajando por eso. Alejándonos de todos los problemas, a mí me siguen pasando cosas buenas, esta invitación a la revista era un sueño que hoy es realidad.
¿Te has imaginado alguna historia que quisieras contar?
Hay una fase de reinvención en la que pretendo no aburrir al público, ahora mismo estoy ensayando un par de espectáculos; uno ya es un cuento muy épico de hadas, pero quizá hacer espectáculos en conjunto por ejemplo con la Orquesta Sinfónica sería muy cool (Risas). Tengo muy pendiente las leyendas venezolanas y me encantaría hacer algo con eso. Hay varias ideas que comienzan a aparecer.
Información: Instagram: romerypunto