La OPEP perdió hace tiempo su hegemonía, pero mantiene una influencia fundamental sobre los precios frente al formidable desafío del petróleo de esquisto norteamericano, según varios analistas.
El viernes, la Organización de Países Exportadores de Petróleo decidió seguir produciendo en abundancia para no ceder más terreno ante esta industria puntera y reactiva, que en el último año supo reducir rápidamente su umbral de rentabilidad hasta el nivel actual de las cotizaciones, en torno a los 60 dólares el barril.
Según varios analistas consultados por la AFP, la OPEP, por su carácter político, conserva una influencia determinante frente a una industria estadounidense muy fragmentada. «El mercado norteamericano no actúa como un bloque único, y está extremadamente fracturado”.