La marcha convocada por Leopoldo López fue un gran éxito. En Caracas y las grandes capitales de Venezuela las calles se plenaron de ciudadanos que reclamaban entre muchas cosas la libertad de los presos políticos. En Barquisimeto la concentración sobrepasó las expectativas de sus organizadores y fue notable la presencia de muchos jóvenes, indicio claro de cómo este segmento etario apuesta por un cambio de modelo sociopolítico para la conducción del país.
Los grandes ganadores por el resultado de esta marcha fueron el alcalde Alfredo Ramos, quien desde ahora toma la batuta opositora en Lara, el diputado Eduardo Gómez, quien excluido de la maqueta de la MUD luego de la marcha se convierte en víctima triunfante sobre la unidad impuesta a dedo y Macario González, quien contraviniendo “sugerencias” verbales y directas del gobernador Falcón, asistió a la marcha en rol protagónico, demostrando así que él no es un líder prisionero de los acuerdos hechos por cogollos partidistas.
Pero este resbalón estratégico del gobernador Henri Falcón no le anula como líder fundamental de la oposición en Lara, le quita el aura de primado que ahora pasa al alcalde Ramos y obliga a una revisión de la maqueta de “consenso” diseñada por él, no obstante su influencia y su peso para las próximas elecciones parlamentarias continua siendo fundamental.
Falcón tiene un trabajo de años con las comunidades y eso no desaparece bruscamente, aunque el deterioro de su imagen ha sido notorio y progresivo, su liderazgo en amplios sectores de la población se mantiene y eso no lo pueden soslayar quienes lo adversan y critican internamente.
Toca hacernos la pregunta: ¿Estos devaneos de Falcón se obligan por el miedo a que Pedro Carreño le desempolve los expedientes que tiene en la Asamblea Nacional o son producto de una estrategia para consolidarse como un líder nacional? Nosotros pensamos que obedecen a la segunda motivación, de impulsar su prestigio como una alternativa de liderazgo que pueda morder los espacios electorales del chavismo.
Por ello el gobernador de Lara ha querido convertirse en el campeón del diálogo y la conciliación, por ello sale en defensa abierta del presidente Maduro respecto al Decreto de Obama en contra de supuestos narcotraficantes, por eso arma un consenso en Lara contrariando el sentimiento mayoritario de los opositores de realizar primarias. Henri Falcón apunta a ser el fiel de la balanza entre dos bandos que tradicionalmente presentaban un peso electoral equilibrado.
Su error ha sido quedarse enganchado en un Dialogo y una Conciliación a los cuales el oficialismo no le dio soporte, su error es haberse mantenido como una opción de equilibrio cuando la imagen del gobierno se vino al suelo y los indecisos ya no lo son y apuestan por un cambio, mientras que en el propio chavismo hay deserciones frente a la gestión del presidente Maduro que pueden concluir en una alta abstención del voto oficialista.
El gran ausente de la marcha opositora fue Henri Falcón, también grave la ausencia de Acción Democrática. Pero queda tiempo para rectificaciones. Una de ellas sería tomar la palabra de importantes independientes encabezados por Rafael Marcial Garmendia y Jorge Rossell (vicepresidente y presidente de la Comisión Electoral de la MUD), para abrir con urgencia un proceso de consultas sobre los candidatos opositores y dentro de esta discusión poner sobre la mesa el nombre de Ramón Guillermo Aveledo para encabezar la lista.