“No lo hagas, no lo hagas”, gritaba una señora de la tercera edad morena de lentes, quien acompañaba a un joven de contextura media de unos 18 años aproximadamente. No cargaba camisa y vestía solo un blue jeans.
Ese joven tenía un su mano un cuchillo grande, descrito por los testigos como de “carnicero”. Peleaba con Héctor David Fernández Martínez (26) y en medio de la discusión le dio cuatro puñaladas hasta que lo dejó sin vida.
El hecho sangriento de registró a las 5 de la mañana de ayer en la calle principal Edgar Mendoza de la Piedad Sur, en el municipio Palavecino.
Estaba bebiendo
Fernández Martínez, desde hace tiempo, convivía con su pareja en Quíbor, municipio Jiménez. Se había dedicado a la agricultura y desde hace quince días había sido visto por Palavecino. Se quedaba en casa de su madre en la invasión Maximino Rojas, relató un amigo de él, quien no quiso ser identificado.
Su compañero comenta que lo vio a las 10 de la noche del miércoles, que había comprado una botella y se puso a tomar, aparentemente amaneció y precisamente escuchó a las cinco de la mañana de ayer unos gritos, entre otros, los de una mujer mayor que le gritaba a un joven que tenía un cuchillo en la mano que no lo hiciera. “Me asomé. Lo que escuché es que peleaban por un teléfono celular y de repente el muchacho le dio unas puñaladas. Cuando lo hizo se fue caminando con la mujer hacia la avenida. Los vieron cruzando para la bomba y se fueron hacia la Piedad Norte. Eran personas que nunca habíamos visto por aquí. Salí a auxiliarlo; todavía se movía. Regresé a ponerme los zapatos y cuando volví ya no se movía”, relató el amigo de la víctima fatal.
El cuerpo de Fernández Martínez quedó tendido frente a la capilla Nuestra Señora de Las Angustias, en la Piedad Sur.
Presentó una puñalada en cuello del lado izquierda, dos en el pecho y una en el estómago, que le causaron la muerte de forma instantánea.
El testigo cree que la mujer que acompañaba al asesino era su madre, por la forma como ella le hablaba y lo trataba.
Avisó un vecino
Una de las hermanas de Fernández Martínez, comentó que fue a las seis de la mañana cuando un vecino avisó del asesinato. Aseguró que la víctima en la casa tenía un comportamiento pacífico, pero desconoce cómo era en la calle y si tenía problemas con alguna persona.
“Realmente no sé si llegó a dormir a la casa porque yo me acosté temprano, supimos fue cuando nos tocaron la puerta y cuando fuimos a ver ya estaba sin vida”, expresa la dama, afectada por lo sucedido.
Manifestó que con su muerte quedan huérfanos de padres, tres niños pequeños, uno de tres años, un año y de tan solo meses de nacido.
La víctima fatal tenía dos antecedentes uno del 2006 por droga y en el 2009 por aprovechamiento de vehículo proveniente de hurto o robo y resistencia a la autoridad.
Sin patrullaje
Vecinos de la zona informaron que el sitio posee buen alumbrado, pero igual están en manos de la delincuencia. No existe patrullaje alguno por la zona y cuando llaman a la policía no acuden o dan una “vueltica” en la entrada y se van.
