El venezolano Eduardo Rodríguez tuvo su segunda salida en Grandes Ligas con Medias Rojas de Boston y no defraudó. En el primer duelo de una doble cartelera, el serpentinero siniestro volvió a brillar con una actuación magistral.
El valenciano estuvo intraficable durante su ejecución y apenas permitió una anotación en siete entradas completas.
El único daño permitido fue un cuadrangular solitario de Brian Dozier que llegó en la apertura del tercer episodio.
El otro imparable que le conectaron a Rodríguez fue un sencillo de Danny Santana en el sexto tramo.
La línea final del venezolano incluyó dos bases por bola, además de siete retirados por la vía del ponche.
Siete días después de imponerse 5-1 en Texas, salida en la que toleró tres hits sin carreras en siete innings y dos tercios, el zurdo venezolano confirmó que su estreno no fue producto de la casualidad.
Alexi Ogando permitió un cuadrangular de dos carreras de Eduardo Escobar en el noveno episodio, pero al final Boston se llevó la victoria con marcador de 6-3.
Los Medias Rojas anotaron cinco veces en cuatro innings y un tercio contra Phil Hughes (4-5).
Mike Napoli sacudió su noveno cuadrangular de la campaña, David Ortiz conectó par de dobles, Dustin Pedroia bateó cuatro sencillos y Xander Bogaerts añadió tres para encabezar la ofensiva y apoyar la labor de Rodríguez.
El criollo, quien fue adquirido de los Orioles de Baltimore por el relevista Andrew Miller en un canje el año pasado, dominó a lo largo de cinco innings.
Retiró a los últimos seis bateadores que enfrentó luego que corredores se le embasaron en primera y segunda sin outs en el sexto.
Cuando el mánager John Farrel fue consultado sobre el plan que se tiene con Rodríguez, el estratega aseguró que si va a Pawtucket (Triple A), será solo cuando los Medias Rojas viajen a Baltimore la próxima semana.
“Si va a Triple A es sólo en camino a Baltimore, pero volverá a la rotación lo antes posible”, dijo Farrel al periodista Nick Cafardo del Boston Globe.
Rodríguez se convirtió en el primer serpentinero zurdo con al menos 7 ponches en sus dos primeras aperturas desde 1987, cuando lo consiguió Al Leiter.
Farrel utiliza palabras como “especial” e “impresionante” para definir al lanzador criollo.
“Sentimos que después de su debut, él irradiaba energía y optimismo”, detalló el mánager. “Es un placer verlo lanzar”.
“Solo traté de hacer lo mejor que pude”, dijo Rodríguez tras su segunda presentación. “Lanzar strikes y sacar los outs. Traté de mantener la mente y la bola controlada, no traté de emocionarme demasiado”.
El criollo mantuvo a ralla a la ofensiva rival con slider en las esquinas, un buen cambio de velocidad y una recta de dos costuras. “Todos esos lanzamientos estuvieron bien”.