La avenida Nectario María, mejor conocida como La Ribereña, es considerada por habitantes, la segunda vía más peligrosa de la ciudad, debido a su alto índice de accidentes de tránsito.
La ingeniera Carolina Fortoul, presidenta del Instituto de Vialidad del estado Lara (Invilara), aclara a EL IMPULSO, que la amenaza de siniestros en el ala sur de Barquisimeto, no es por fallas técnicas o problemas asociados al diseño geométrico como muchos piensan, simplemente es por exceso de velocidad, desconocimiento de la vía y desperfecto mecánico de los vehículos.
Reconoce que a lo largo de los años se han hecho evaluaciones en conjunto con expertos y comisiones de Tránsito Terrestre, a fin de determinar posibles errores, pero los resultados arrojan que la imprudencia es la principal causa de siniestros, sobre todo en épocas de lluvia.
Mejoras en ocho kilómetros
Fortoul señala que ante el crecimiento poblacional, eran necesarias soluciones para descongestionar el tráfico vehicular en este punto, en tal sentido desde la Gobernación del estado Lara se emprendieron trabajos para convertir la avenida de aproximadamente ocho kilómetros de longitud, en una vía expresa, a fin de garantizar rapidez en los traslados desde el extremo este al oeste y viceversa, por esta razón, el ente en el año 2009, planteó la eliminación de los semáforos.
Muchas personas consideraban una equivocación la medida, sin embargo, la entrevistada indica que fue efectiva.
“Desde que se eliminaron los dispositivos de control, hay gran movilidad y mejor fluidez en el camino” apuntó.
De igual modo, dijo que las ampliaciones en los canales, han servido para eliminar los nudos de congestionamiento.
En cuanto al tema de las defensas o muros de contención, aseveró que fueron instalados el año pasado en los sitios más críticos, según recomendaciones de Tránsito, en aras de impedir que los carros pasen de un canal a otro.
“Cuando esto ocurre es porque los choferes superan las velocidades permitidas” refirió la ingeniera al tiempo que hizo un llamado a la conciencia para que no se excedan los límites.