Poco se ha dicho, desde que fue detenido el pasado 27 de mayo, sobre las condiciones en las que se encuentra detenido Rafael Esquivel en una cárcel de Suiza, salvo, en medio del gran caudal de material noticioso, un “recuadro” de la Agencia Francesa de Prensa (AFP), que ilustra, en parte, su cautiverio, situación corroborada por Rebecca de Silva, vocera del departamento de Justicia del cantón de Zúrich.
Los siete detenidos están distribuidos en seis diferentes prisiones y tienen la obligación de pasearse durante una hora cada día. “No pueden utilizar su computadora y tampoco tienen acceso a internet o a su teléfono móvil”.
El día comienza para ellos a las 7 de la mañana cuando se levantan y luego toman el desayuno con la particularidad de poder trabajar, labor que pueden cumplir hasta las 4 de la tarde, si lo desean, caso contrario deben permanecer en las celdas, sitio en el que hacen todas sus comidas, en base a carne o pescado y fécula, raciones calculadas en 15 francos suizos por día.
Además del trabajo, los dirigentes, quienes tienen hasta el próximo lunes para apelar sus detenciones, pueden correr en el patio de la prisión durante la hora de paseo o tomar libros prestados en la biblioteca de la cárcel.
Las celdas tienen una dimensión de doce (12) metros cuadrados y están equipadas de radio, una letrina, un lavabo, una mesa y una silla, con la posibilidad de poder alquilar un televisor.
En cuanto a la vestimenta, al haber “presunción de inocencia”, pueden conservar su ropa y la visita de los familiares puede darse de acuerdo a las condiciones que determine la autoridad que decidió su detención.
Sobre los pasos a dar, según lo declarado por Laureano González, actual presidente de la FVF al diario El Nacional, “Esquivel está siendo asesorado actualmente por dos abogados suizos y un experto estadounidense”, porque la lucha principal es contra la extradición solicitada por Estados Unidos.
Sin embargo, la vocera de justicia suiza (De Silva) señaló que el tratado de extradición entre los dos países “obliga a los dos países a entregarse mutuamente las personas buscadas por delitos que puedan lugar a una extradición”, con el agregado que la liberación bajo fianza o con condiciones “se concede raramente” debido al riesgo de fuga, como lo comentó también Folco Gallo, vocero del Departamento Federal de Justicia suiza en Berna.
Así, Estados Unidos tiene hasta el 3 de julio para solicitar la extradición, proceso que podría tardar de uno a dos meses, tiempo que tiene Esquivel y su equipo de abogados para “detectar cualquier falla de procedimiento en la forma en que fueron arrestados”, para intentar su liberación bajo fianza.
En Venezuela, Esquivel también siente las arremetidas porque la Fiscalía General solicitó la congelación de cuentas bancarias por “supuesta legitimación de capitales”.
