El gobernador de Miranda, Henrique Capriles Radonski, envió ayer una carta al papa Francisco en nombre del pueblo venezolano, aprovechando la visita que el presidente Nicolás Maduro hará al sumo pontífice.
En la misiva, que fue enviada a través de la Nunciatura Apostólica con sede en Venezuela, se pide orientación e intervención a Su Santidad para conseguir el camino del diálogo, dada la situación económica, social y política que atraviesa el país.
En la misma se narran los indicadores que contextualizan la crisis, entre ellos, la escasez de productos básicos y medicinas, la profundización de la pobreza, el incremento de la inseguridad y la situación de los presos políticos.
“Las necesidad básicas de salud, alimentación o seguridad no solo no son satisfechas, sino que tienden agudizarse peligrosamente al punto de colocar al país, al borde de una crisis humanitaria. Ello ocurre sin que medie una catástrofe natural o exista una guerra civil. La crisis humanitaria que nos amenaza la provoca una casta hegemónica cuya única preocupación parece ser mantenerse en el poder”, indica la carta.
En otro extracto puede leerse: “En Venezuela, Santidad, se está muriendo mucha gente porque no hay medicinas disponibles. Según el gremio farmacéutico, la escasez de la lista de 150 medicamentos esenciales ronda 70 %, entre ellos, productos vitales para atender enfermedades pulmonares, epilepsia, enfermedad de Parkinson, enfermedades cardiovasculares, neurológicas y cáncer (…) También está muriendo la gente por la incapacidad del Estado y sus instituciones de justicia que no se dan aludidas con la tragedia de 24.980 fallecidos en 2014 por acción de la delincuencia común y 93% de estos homicidios permanezca impune, mientras las cárceles son antros de vergüenza y degradación de los seres humanos recluidos en ellas”.