La familia del fallecido Robin William está librando una batalla campal en los tribunales para determinar a quien le pertenecen más de 300 objetos propiedad del actor, entre los que se encuentran calzoncillos, camisetas y calcetines.
Según ha señalado el «Daily Mail», la viuda del actor, la diseñadora gráfica Susan Schneider, denunció que los tres hijos del difunto, Zak, Zelda y Cody Williams se habían llevado de forma arbitraria algunos objetos de la residencia que el actor tenía en California.
En la última audiencia, el juez Andrew Cheng del juzgado de San Francisco le dio a las dos partes un plazo de tiempo para resolver estas diferencias. El plazo culmina a finales del mes de julio de este año.
En la audiencia celebrada esta semana, el abogado de la viuda señaló que su cliente quería mantener la propiedad de los efectos personales de Williams, incluyendo sus zapatillas. El abogado señaló: «Estoy representando a una viuda en duelo emocional, que está tratando de honrar los deseos de su esposo».
La defensa de los hijos, por su parte, señaló que la señora Schneider simplemente está usando «tácticas dilatorias» en el juicio.
En esta batalla legal también se espera resolver la cantidad de dinero que Schneider, la tercera esposa y viuda de Williams, deberá obtener de la casa que el actor le dejó en su testamento. Para determinar esta cifra, se espera por una segunda valoración de la propiedad.
La viuda y los hijos de Williams comenzaron su guerra por la herencia en diciembre del año pasado, cuando aún el actor no cumplía cuatro meses de fallecido. Zak , Zelda y Cody acusaron a Schneider de «codicia», por querer, supuestamente conseguir más dinero del estipulado por su padre en el testamento.
Robin Williams murió el pasado 11 de agosto tras ahorcarse en su casa en Tiburón, California. Tenía 63 años y batallaba con la depresión y con un diagnóstico de Parkinson. En su testamento, Williams había descrito de forma precisa cómo quería repartir su fortuna de 46 millones de dólares, algo que no ha respetado la familia.