Me sorprendió por lo repentina, la convocatoria hecha desde la cárcel por Leopoldo López, a una marcha en apoyo a los presos políticos y en petición al CNE, de la convocatoria a las elecciones parlamentarias de este año. Me sorprendió porque se estaba haciendo con apenas cinco días de antelación y nada se había comentado sobre eso. Sé lo que significa la preparación de un evento de esa naturaleza para que tenga posibilidades de éxito. La logística comienza a prepararse varias semanas antes del acto. El transporte de la gente que vive distante del lugar donde será la marcha, las medidas de seguridad, el trayecto, la participación a las autoridades municipales etc, todo ello requiere un estudio detallado. Parecía riesgosa por precipitada esa convocatoria. Quizás por esa razón, la MUD que dijo estar también sorprendida, se distanció de la convocatoria y manifestó que no participaría, lo que le generó muchas críticas, algunas, a mi manera de ver, exageradas. La MUD nunca rechazó la convocatoria y mucho menos prohibió que se asistiera a la marcha.
Asistí a la marcha acá en Barquisimeto. Fue inmensa, compacta, masiva, contundente, decidida, me atrevo a decir que es la más grande que he visto en la ciudad. La gente muy clara en sus objetivos y lo más destacable, muy brava con el régimen. Repudio total a todo el régimen, pero especialmente a Maduro y a Diosdado Cabello. Fue una marcha de la sociedad civil, no de partido político o líder mesiánico alguno, aunque había quienes destacaban la vigorosa personalidad de Leopoldo López, quien desde una celda super vigilada y controlada movió al país. Hubo varias marchas simultáneas. En Caracas, lógicamente, la más gigantesca, una verdadera megamarcha. Igual fue en Maracaibo, Maracay, Valencia, San Cristóbal, Guayana, Valera, Mérida, Margarita, Maturín, Puerto La Cruz, como para que no quedara duda que el repudio absoluto al régimen es nacional, completo, de toda Venezuela. Frente a un gobierno que no oye y quiere imponerse a como dé lugar, está un pueblo, con hambre de libertad, dispuesto a no dejarse doblegar. A veces he oído críticas acerca de la pasividad del venezolano de esta época, pero estoy convencido que no existe tal pasividad, existe quizás una economía del esfuerzo, el pueblo sabiamente espera el mejor momento y un objetivo claro y seguro para luchar, vencer y reconquistar sus derechos conculcados y su anhelada libertad, lo ha demostrado siempre y lo demostró el pasado sábado 30 de mayo.
La MUD, pienso yo, debe oír mejor al pueblo, afinar su oído y estar en sintonía con la sociedad venezolana. La MUD es muy importante y necesaria, es la única estructura para la lucha electoral y programática a librarse en lo adelante. Deben arbitrarse mecanismos de entendimiento y unidad y he percibido que hay ya conciencia de ello y ahora más cuando en el horizonte empezamos a ver una salida pacífica y constitucional a la grave crisis venezolana. Venezuela saciará pronto su hambre de libertad.