Pido la palabra – ¿Merecemos realmente salir de esto?

-

- Publicidad -

La sociedad luce fragmentada. Dispersa. Desorientada. Dieciséis largos años bombardeando odios y revanchismos sociales que creíamos superados, han hecho su trabajo. La clase militar se impone transitoriamente a fuerza de un amedrentamiento estratégico para proyectar el miedo. La solidaridad y el respeto se extinguen a la par de la peligrosa aparición de un no me importa generalizado que antepone lo personal sobre lo colectivo. Los cargos burocráticos continúan al servicio del usufructo individual de quienes no entienden, ni jamás entenderán el concepto de servidor público. Los candidatos corren desesperados hacia el poder circunstancial del cual hay que aprovecharse porque se sabe de corta permanencia. Los presos políticos se pudren en las celdas de la infamia, ante la mirada de satisfacción y el sadismo de sus carceleros. Los muertos a manos del hampa continúan bañando de sangre las calles de Venezuela… Mientras tanto, la reacción esperada se torna dócil, evasiva, timorata. Se muerde el anzuelo de la distracción con una búsqueda frenética de dólares y las colas para comer se agigantan cada día a la par de la mengua ciudadana…

El cuadro es crítico. Se acorta la capacidad de maniobra de un gobierno maula, torpe e indecente. La matriz internacional pulveriza toda posibilidad de negociar nuevas fuentes de ingresos que le permitan sobrevivir la crisis. El régimen no tiene ninguna posibilidad de salir airoso de los compromisos electorales por venir. Las maromas de calle no les son suficientes para levantar de nuevo el fervor popular. Se saben perdidos y se tornan circunstancialmente más peligrosos. Confinados a espacios muy restringidos en el territorio nacional. Envueltos en pomposas riquezas mal habidas que los mantienen atrapados en el desprecio popular de esta cárcel sin barrotes en la cual han convertido a Venezuela. Atormentados por los fantasmas de sus miserias en una celda de 3×3 con paredes corredizas que se achican poco a poco rumbo al evento que les aterra y del cual no podrán escapar: Las Parlamentarias…

- Publicidad -

El desprendimiento hidalgo se hace obligante de cara a la necesidad de cambio que la historia exige. La sociedad democrática, con las cúpulas de los partidos incluidos, deben entender que no existen márgenes de error permitidos en los capítulos finales de esta difícil prueba. La lección ha sido muy dura. Esperamos haber aprendido de nuestros propios errores. No podemos fallar cuando estamos a punto de un triunfo contundente e histórico. La marcha y la protesta son muy importantes, pero a nuestro modo de ver la organización lo es más. Tenemos que dosificar la energía para organizarnos y defender la avalancha de votos castigo que se le vienen encima al régimen. La fuerza de calle debe transformarse en fuerza electoral. De defensa férrea de la voluntad popular de la cual no podrán escapar. Toda salida se construye a partir del voto popular…

Mis comentarios:
.- Si actuamos con la responsabilidad que los tiempos exigen, entonces como sociedad habremos crecido y el devenir histórico se encargara de moldear los cambios progresivos…
.- Si entendemos que el país es de todos y que la unidad sin mezquindad es obligante para salir de esto, entonces como sociedad genéticamente democrática, seremos merecedores de la libertad…
.- De nosotros depende…
León rugiente y oso hambriento es el príncipe impío sobre el pueblo pobre…(Proverbios:28-15)

Pulsa aquí para apoyar la libertad de expresión en Venezuela. Tu donación servirá para fortalecer nuestra plataforma digital desde la redacción del Decano de la Prensa Nacional, y así permitir que sigamos adelante comprometidos con la información veraz, como ha sido nuestra bandera desde 1904.

¡Contamos contigo!

Apóyanos aquí

- Publicidad -
Artículo anterior
Artículo siguiente

Más leido hoy

- Publicidad -

Debes leer

- Publicidad -
- Publicidad -