El avión propulsado por energía solar, que da la vuelta al mundo sin emplear una gota de combustible fósil, se vio obligado a aterrizar en Nagoya, en el centro de Japón, debido al mal tiempo.
Antes del aterrizaje, fuentes del Ministerio de Transportes y responsables aeroportuarios confirmaron que estaban haciendo gestiones para un aterrizaje no anticipado en el aeropuerto de Nagoya.
El equipo vigilaba los problemas climatológicos desde 36 horas antes, señaló desde Nanjing Elke Neumann, portavoz del proyecto Solar Impulse. “La seguridad del piloto y el avión son una prioridad, de modo que el equipo decidió esperar en Japón a que mejore el tiempo” agregó.
El Solar Impulse 2 necesita espacio para aterrizar, por lo que suele evitar los momentos en los que operan vuelos comerciales, explicó Neumann. Además, suele aterrizar de noche porque el viento tiende a descender. El avión necesita que el viento no sea superior a 10 nudos, indicó.
«Estamos un poco tristes porque todo funciona perfectamente: las baterías cargan, hay suficiente sol, el piloto tiene buena salud, está en buen estado… todo marcha bien», dijo Neumann. El inconveniente en este caso, fue el clima.
El viaje del avión solar comenzó en marzo en Abu Dhabi. Desde entonces ha hecho escalas en Omán, India, Mianmar y Cina. El tramo de Nanjing a Hawai es la séptima de las 12 etapas y la más arriesgada.
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