Una exquisita combinación entre el buen gusto y la excelente atención, son los principales responsables de que uno, bien sea huésped o comensal, se sienta como en casa. Y es que este pedacito de paraíso que toca las puertas del cielo desde la cumbre de las montañas sanareñas, es sin duda alguna uno de los sitios más hermosos de estos lares, un lugar que invita al descanso en pareja, al disfrute en familia y a la reconexión personal
El lugar es un dechado de virtudes, una suerte de retiro para el alma, una fiesta para los sentidos en la que el paladar se deleita y la vista se refresca, una bocanada de ese aire puro que recorre la zona con un sonido tranquilizante que le da la bienvenida a la calma, pues allí, en esa edificación que se erige sobre la cúspide de la hacienda Veracruz, la paz impera y el descanso es la norma del lugar.
El suelo sobre el cual se construyó este paraíso terrenal, fue la herencia de una madre que sabía que en el corazón de su hija, a pesar de que vivía en Caracas, siempre reinaron aquellas tierras sanareñas que la vieron crecer, esas que la recibían cada año con la amabilidad de su gente y la claridad de su cielo, esas en las que las vacaciones cobraban sentido y la palabra “familia” se hacía valer.
Así, un buen día Soraya Escalona, quien tuvo la dicha de recibir ese espacio de la finca de su madre que tanto le gustaba, recogió sus maletas y animó a Froilán Alfonzo, su esposo y quien sin oponer resistencia alguna, manejó hasta Sanare para hacer realidad aquel sueño que desde hacía años se había apoderado de sus ilusiones, ese que hoy ven materializados para recibir a turistas de diferentes rincones del país que llegan allá persiguiendo un merecido descanso.
Entre espacios y comodidades
Una vez concluido el proyecto, Altos de Veracruz contará con un total de 20 habitaciones, de las cuales 12 ya se encuentran perfectamente operativas al igual que los otros espacios que confabulan entre sí para regalarle a los huéspedes una estadía inolvidable, noches de calma y fresco y un montón de rincones, espectaculares por demás, diseñados para brindarles una experiencia única.
Además de los cuartos acogedores y sutilmente decorados, allí también encontrarán el restaurante Yagrumo, un lugar de cuyos fogones emerge esa magia que termina convirtiéndose en un deleite para el paladar, pues los platos que allí ofrecen son realmente exquisitos, un derroche de frescura y calidad que le rinde honores a los productos de nuestra tierra y al trabajo de nuestra gente.
Como si esto fuese poco, la estancia cuenta además con una serie de instalaciones especialmente pensadas para el disfrute y la recreación de los huéspedes, entre las que destacan un campo de mini golf ideal para compartir en familia, así como dos mesas de futbolito y una de ping pong en las que padres e hijos pueden pasar un rato diferente, diferentes espacios al aire libre para deleitarse con las bondades de la naturaleza y un lobby cálido y cómodo que los hará sentir como en casa.
“Hace 10 años sembramos los primeros pinos, y este diciembre inauguramos las habitaciones. Hoy día, nuestro sueño es una realidad que compartimos con todos ustedes”
“Próximamente, nuestros huéspedes podrán disfrutar de un bar en tres tiempos, un espacio en el que los reyes de la noche serán la buena música, los mejores cocteles y las más ricas tapas”
“El menú de Yagrumo fue diseñado por un grupo de expertos culinarios capitaneado por Roberto Cadenas, ideado para ofrecerles a nuestros comensales la más variada lista de opciones, hechas todas con cariño e ingredientes de excelente calidad”
Información: @altosdeveracruz