En muchas ocasiones son señalados por la sociedad como causantes o protagonistas de la delincuencia pero su realidad es otra, pues aseguran ser jóvenes trabajadores, padres de familia que buscan una manera honrada de llevar el sustento diario a sus casas. Ellos son los mototaxistas.
Desde el año 2005 aproximadamente, comenzaron a crecer en número en Barquisimeto. Son el medio de transporte quizá más rápido y económico para las personas que desean llegar pronto a algún lugar.
A las 6:00 de la mañana o antes inician su labor en la parada a la cual están adscritos. Desde ese momento ofrecen sus servicios de traslados o “carreras” -como ellos lo llaman- hacia donde el usuario o cliente lo desee.
“Sin embargo no montamos a todos sino a gente conocida porque hemos sido víctimas de muchos robos”, comenta Carlos Jiménez, presidente de la Coperativa Mototaxis Unidos en Ruedas, la cual se ubica en la intercomunal Barquisimeto – Duaca, a la altura de San Jacinto.
Allí están adscritas 17 personas, quienes día a día prestan sus servicios y además exponen sus vidas, según han relatado, pues los antisociales hacen de las suyas cada vez.
“Últimamente hemos estado muy tranquilos en cuanto a la inseguridad, sin embargo, en 2008 mataron a un compañero, Mauricio Ruiz, de 22 años, quien fue a hacer una carrera por Valles de Uribana y de regreso, en plena vía le empezaron a disparar, él no se detuvo, sin embargo, un tiro lo agarró y cayó”, recordó Jiménez.
En linea Las Trinitarias, ubicada en el este de Barquisimeto, viven una situación similar. Aún están afectados por el asesinato de uno de los suyos, Cristian Rodríguez, de 23 años, quien el pasado 24 de marzo de 2014 se encontraba por el parcelamiento de Santa Bárbara, sector 4 de febrero, Carorita, El Cují, cuando fue a hacer un traslado.
“Él salió de aquí (inicio de la avenida Hermann Garmendia) para hacer el servicio de traslado a una mujer, aproximadamente a las 6:30 de la tarde. Cuando llegó al sitio lo estaban esperando, ella lo ‘pichó’ y a pesar que iba con otro compañero lo mataron. El otro se dio cuenta y arrancó, en cambio Rodríguez fue alcanzado por un proyectil”, rememoró uno de sus compañeros, quien prefirió el anonimato como medida de seguridad.
Esta semana también mataron a dos mototaxistas por resistirse al robo; Jairo Rafael Silva Bonilla (24) en Las Sábilas y Jairo Alberto Vásquez (32) en la avenida Lara con Leones.
Hasta tres robos semanales
En Las Trinitarias los mototaxistas han optado por no llevar a todo el mundo ni a todas partes. Ellos temen por sus vidas y por sus bolsillos, pues contabilizan entre dos y tres robos semanales. A Ricardo Valecillos, lo robaron dos días seguidos.
“Primero el lunes, estaba en el centro, andaba con el chaleco que me identifica de la linea, me encontraba comprando unos respuestos cuando me llegaron dos tipos, uno de ellos armados y me quitaron el dinero que cargaba. Al día siguiente, iba para mi casa, había culminado la jornada laboral, cuando de repente salió desde el túnel de San Jacinto un par de sujetos, uno de ellos armado, me amenazaron de muerte y me quitaron la moto”.
Posteriormente, se comunicaron con él y le pidieron 20 mil bolívares por el rescate de la misma. “Además me quitaron el celular y los papeles que nunca te los regresan y con lo difícil que está sacarlos”, explicó la víctima de los sucesos.
Él, junto a los demás compañeros, han optado por no ir a hacer carreras hacia Las Clavellinas, San Jacinto y El Jebe, pues aseguran que son los lugares más álgidos y los que los delincuentes aprovechan para cometer sus fechorías.
“Tampoco vamos hasta la policía a denunciar porque lo que no pagamos en rescate, se lo tenemos que pagar a ellos por recuperarnos las cosas que de paso vienen desvalijadas”, asevera Valecillos.
Por su parte, Carlos Jiménez, explica que en la actualidad, el nuevo modo de operación por parte de los hampones es que mandan a mujeres que los lleve hasta algún sitio, y ahí los esperan para atracarlos.
Huecos que dañan
Lo mototaxistas que hacen vida en Barquisimeto, no sólo deben luchar contra la inseguridad “o el matraqueo de algunos policías”, también deben hacerlo contra la cantidad de huecos que hay en la ciudad, lo que les ocasiona accidentes y que se les dañe alguna parte de las motos.
“Uno de los compañeros se fracturó el brazo izquierdo cuando cayó en la tronera que hay en la avenida Los Leones con Venezuela. Afortunadamente, cargaba puesto el casco sino quizá la tragedia fuera peor”, explica Rafael Virguez.
También al norte y oeste de la ciudad, dicen, hay gran cantidad de cráteres que les causan incidentes.
Ganancias que no alcanzan
Entre 1.200 y 1.500 bolívares diarios, puede ganar un mototaxista, pues un traslado corto vale 30 o 50 bolívares, depende de la línea, lo cierto es que en ocasiones, es un monto insuficiente cuando se les daña el vehículo de dos ruedas. “Hoy día un caucho de mala calidad cuesta seis mil bolívares, porque los mejores no se consiguen en el mercado, por eso debemos cambiarlos casi cada mes por el uso que le damos”.
Pidieron a las autoridades mayor cantidad de operativos que resguarden sus vidas, además hicieron un llamado a los usuarios a no temer, porque no son personas malas sino que buscan colaborar con los demás y trabajar honradamente.
“Incluso hace poco agarramos a un malandro que estaba robando en un Ruta y se detuvo en la parada de Las Trinitarias. Llamamos a la Policía Municipal y ahí lo deben tener. También hemos capturado a los que roban a los estudiantes de la Universidad Fermín Toro”, manifiesta Edgar Martínez.
Desde la Corperativa Unidos en Rueda, aducen a la inseguridad la desconfianza que les puedan tener, pero recomendaron a los usuarios que se fijen en los chalecos de los mototaxistas, los cuales los identifican con su respectiva linea, también muchos tienen números personalizados y sus nombres.
“A veces nos paran las autoridades pero nosotros no tememos porque andamos legales, allá los motorizados que usan sus dos ruedas para hacer sus fechorías”.
Finalmente, dejaron claro que motorizado no es mototaxista, pues los últimos prestan un servicio y los otros, cometen delitos.