Seis millones de personas mueren al año por el tabaco en el mundo. Seiscientas mil de ellas ni siquiera son fumadores, fallecen por respirar el humo ajeno. Son los escalofriantes datos que la Organización mundial de la salud lanza para alertar del peligro de fumar.
En el reino del humo, China, han fracasado todas las leyes antitabaco. Más de un tercio de los cigarrillos fabricados en el mundo se fuman en el gigante asiático. Uno de cada dos chinos es adicto y cada treinta segundos muere una persona a consecuencia del tabaco. Este lunes, las autoridades chinas lanzan el enésimo intento de frenar estos datos. Prohibido fumar en los lugares públicos de Pekín.
Desde la Organización mundial de la Salud se aboga por trabajar desde la concienciación pero también desde los precio y los impuestos. Un aumento del 10 por ciento del precio disminuye un cuatro por ciento el consumo.
Reino unido ha ido más allá con la prohibición de fumar en cualquier vehículo. Según la Asociación Médica Británica, el humo del tabaco en el interior de los coches resulta 11 veces más tóxico que el de los bares y 23 veces más que fumar en casa. Paralelamente, han adoptado la medida de las cajetillas genéricas donde solo se permite un escueto texto con la marca.
Una medida que ya funcionaba en Australia y que ha contado con una oposición feroz por parte de la industria tabaquera.