El atropello cometido en contra Daniel Ceballos es de una brutalidad sin nombre. Él, con el apoyo, el concurso, de todos los partidos de la MUD y los votos de miles de ciudadanos – superando el ventajismo y pese al CNE – ganó la alcaldía de San Cristóbal. La soberanía popular fue desconocida por el régimen Madurocabellista hace un año con una imputación sin soporte para materializar la canallada de destituirlo y encarcelarlo. Hubo elecciones de nuevo y por encima de diferencias con “La Salida”, la Unidad respaldó a Patricia, la esposa del alcalde Ceballos. De nuevo fue derrotado el Cabellomadurismo. Esta vez con ventaja más amplia. Ella, ahora, es alcaldesa. Obvio, pues, que el pueblo de la capital tachirense no acepto el atropello contra su alcalde legítimo. Obvio que lo sentencia inocente y no aceptan el atropello a la soberanía popular.
Ahora, Ceballos gana, con una avalancha de votos del pueblo, la nominación para diputado en las primarias de la MUD. Obvio también, ganará en forma abrumadora si el gobierno no inventa un caos político, para torpedear la realización de las parlamentarias o para impedirle participar en ellas, violentando – ¡otra vez! – la Constitución. Uno recuerda el caso del camarada David Nieves, de la Liga Socialista, encarcelado en los años 80 acusado de un delito grave. Fue candidato a diputado y, acorde con la ley de entonces, con un 1% de los votos nacionales para la tarjeta de su partido, fue electo diputado por “cuociente para las minorías”. Luego, sin trampas, ni abuso de poder, al ser proclamado, salió en libertad. No hubo un fiscal abusador ni TSJ “sobrevenido” que intentara impedirlo. Su hija, Deyanira Nieves, hoy magistrada, debería recordarlo. Y habrá estudiado su caso, supone uno.
Ceballos será liberado por el voto popular. Entonces, en venganza, ocurre el inhumano y degradante atropello: de madrugada, sin orden judicial, lo trasladan a una cárcel para reos comunes. Le rapan el cabello y le embuten en un uniforme amarillo. Tirado en un calabozo, solitario, a varios cientos de kilómetros de su familia. Uno recuerda a los militares golpistas del 4F y del 27N de 1992. Golpes militares sangrientos contra un gobierno que nos gustara o no – yo no vote por él – era legitimo y legal. Allí están las fotos y los videos. Juntos. Uniformado como ellos quisieran. Con libros, TV, radios, celulares y recibiendo a docenas de visitantes para construir su movimiento político. Haciendo proclamas y escribiendo. Nunca fueron a juicio.Nunca “pagaron”, como dicen hoy los que quieren justificar los atropellos. Con ellos la democracia fue generosa y humana.
Y como nunca le falta una “explicación” ridícula para justificar la barbarie, un medio gobiernero puso a circular la versión de “un plan de fuga”. A solo meses de salir libre, en hombros del voto popular de sus paisanos, Ceballos tendría “un plan de fuga”. “Seré gocho, pero no pendejo”, diría él. Sin duda, los Psuvecos necesitan nuevos guionistas. Parece que los cubanos tenían más imaginación antes, cuando escribían – por encargo y bien pagados – los libretos de “cómo criminalizar a la oposición” sin que sus “nuevos mejores amigos” de USA perturbaran su concentración. Pues bien, por Daniel Ceballos y demás presos políticos, marchamos en Barquisimeto. También para exigir fecha de las elecciones parlamentarias. Muchos de cuantos nos acompañaran querrán dejar su testimonio de indignación por otros motivos. Y también se vale…