A 53 años –que se cumplen el próximo martes 2 de junio- del “más cruento intento de Fidel Castro (FC) y sus lacayos para apoderarse de Venezuela”, tal define a El Porteñazo en su cátedra de opinión, el columnista José Ernesto Pons Bríñez, bueno es refrescar algunos análisis.
Para Manuel Quijada, civil protagónico en la sublevación, “es un movimiento que se produce en contexto de derecha”. Lo reitera en entrevista al historiador Agustín Blanco Muñoz para el IV tomo de Testimonios Violentos.
“Nos identificábamos como elementos que no queríamos nada con comunismo…no había condiciones para un movimiento marxista…Dice que de 18 integrantes del directorio, “la mayoría era de derecha”. El presidente Rómulo Betancourt lo “utilizó hábilmente presentándolo como comunista”.
“La noche anterior (del estallido) apresó a militares de derecha y se concentró en el levantamiento de Puerto Cabello donde estaban los militares más progresistas”.
Insurrecciones del 62 “estaban desprovistas del calor del pueblo y con un tinte ideológico derechista y entre factores de cambio de militares insubordinados estuvo la revolución cubana”. Es opinión del maestre Teófilo Santaella, quien cumplida pena por participar en el movimiento, cursó periodismo en la UCV. Sostiene que “El Porteñazo abrió el camino al 4 de febrero” (1992).
General Angel Vivas, expresa página web: “Los insurrectos toman radio Puerto Cabello y con onda corta, ponen al aire a FC quien desde La Habana lanza discurso instigando acción de rebeldes”.
Desde entonces injerencia de FC se concreta en frustradas invasiones, gracias a soberanía de la Fuerza Armada, hoy subyugada al castrismo. Hasta Promoción de oficiales del curso de Estado Mayor de Escuela Superior del Ejército, designó Padrino al dictador.
«Estamos haciendo historia», declaró a El Universal el 28/07/2005, el ministro de la Defensa, Almirante Orlando Maniglia.
Capitán de Fragata Pedro Medina Silva, segundo Comandante de Base Naval Agustín Armario centro de la rebelión, estuvo estrecha relación con FC.
Fugado de la Cárcel asumió jefatura de Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN) y participó en La Habana como vicepresidente de Conferencia Tricontinental. Se distanció del actual régimen sometido al Castrismo.
Capitán de Corbeta Víctor Hugo Morales, sobreviviente de trilogía del Comando insurrecto, fue jefe de operaciones navales de la Base. Ante Blanco Muñoz se define marxista y afirma que El Porteñazo “era un movimiento que iba hacia el socialismo”. En su libro Dos Generaciones Frente a Frente: 1962-1992”, dice que “era época del ejemplo de la revolución cubana”.
Del Jefe de la Base, fallecido en 1964, nada se ha dicho de vinculación castrista. El comandante presidente arrebató el nombre de general Carlos Soublette a Primera Brigada de Infantería de Marina y le otorgó el del “glorioso Capitán de navío que dirigió la rebelión de El Porteñazo”
Bochornoso argumento: “no fue ningún marino, era pariente de Simón Bolívar, fue Presidente de la República y no hizo nada. Era un ricachón más”. Ignora al prócer de la Independencia, que según crónica de La Opinión Nacional: «Deja un bastón -el que usó cuando fue el Jefe de la Nación, el que en sus manos significó la verdadera República, el poder de la ley- deja un sombrero, un par de charreteras y una espada. No deja más: no tiene otros bienes”.
El Porteñazo que en conservadoras cifras causó 400 muertos y 700 heridos, es “celebrado” como insurgencia auspiciada por el castrocomunismo.
Al MARGEN. Confesión de la fiscal: “Antes las mujeres entregaban parte de su cuerpo por un cupo universitario”[email protected].