«Ladrón tiene que ir a la cárcel», afirmó el miércoles el exastro del fútbol brasileño Romario, senador por Rio de Janeiro, en duros comentarios sobre la detención de varios jerarcas de la FIFA acusados de corrupción, incluido el vicepresidente de la local CBF, José Maria Marin.
«Muchos de los corruptos y ladrones que hacen mal al fútbol fueron presos. Inclusive uno de los mayores del país, que se llama José Maria Marin», declaró Romario en la comisión de Educación, Cultura y Deporte del Senado brasileño.
Para el senador, la prisión de Marín, expresidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) y actual número dos, representa «el inicio de un gran futuro para nuestro fútbol».
Romario lamentó que las prisiones no hayan tenido lugar en Brasil. «Infelizmente, no fue nuestra policía que lo capturó. Ladrón tiene que ir a la cárcel. Felicito al FBI y especialmente a la policía suiza por la actitud. Espero que eso repercuta positivamente y que pase a ser aplicado en Sudamérica», añadió.
El exastro también dijo tener la expectativa de que el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, no sea reelecto para un quinto mandato tras estos arrestos.
«Creo que con esto alguna cosa se modificará, porque existe la expectativa, la mía por lo menos, de que Blatter también sea preso. Y que podamos colocar como dirigentes a personas que son dignas», afirmó.
Siete dirigentes de la FIFA, incluido Marin, fueron arrestados en Suiza a petición de las autoridades estadounidenses, que opinan que corrompieron el fútbol, según aseguró la secretaria estadounidense de Justicia, Loretta Lynch.
Marin, de 83 años, asumió en 2012 la presidencia de la CBF y del Comité Organizador Local (COL) del Mundial de Brasil-2014, tras la renuncia de Ricardo Teixeira en medio de denuncias de corrupción, y mantuvo el cargo hasta abril pasado. Hoy es vicepresidente de la entidad e integra el comité organizador de la FIFA para los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro-2016.