Hace algunos años, escribimos uno de nuestros artículos de opinión en relación al grave problema de las cloacas de la ciudad. Si nuestra memoria no falla, lo titulamos: “Nos vamos a ahogar en excretas”. Un título bastante alegórico considerando las condiciones actuales del país y sus opciones para salir de la crisis. En nuestra entrega de hoy, retomamos el tema, dadas las circunstancias criticas que acusa la ciudad en relación de sus sistemas de recolección, tratamiento y disposición final de aguas servidas.
Vemos con mucha preocupación que nuestra inquietud de aquellos años, persiste y se agiganta, puesto que poco se ha hecho en relación a un asunto muy delicado que guarda estrecha relación con las condiciones sanitarias de nuestra ciudad y del país en términos generales. En el mejor de los casos, la hidrológica regional hace de tripas corazones para estirar la poca platica de la cual dispone con la cancelación de la facturación domiciliaria y comercial, para realizar la sustitución de algunos tramos de tubería colapsados por el tiempo de vida útil cumplida. Paños de agua tibia que no van al fondo del asunto, sencillamente por la falta del dinero suficiente para encarar el problema con una real capacidad de respuesta. Lamentablemente, el Presidente Chávez, por los años 2004 – 2005, decreto el retorno al centralismo y con ello, se llevó la plata al poder central despojando del grueso presupuestario a todas las hidrológicas regionales mutilando así el proceso de descentralización y la viabilidad financiera para ejecutar los grandes proyectos de rehabilitación y sustitución de los sistemas de recolección de aguas servidas (cloacas) de todas las ciudades del país…
El tema se complica cuando tenemos funcionarios rojos cuya forma de hacer políticas públicas se lleva a cabo proyectando las responsabilidades, o las irresponsabilidades propias, hacia otros. La obstrucción en lugar de la necesaria complementariedad gestionaría, forma parte del modelo de gestión revolucionaria que divide y excluye lo que no viene con el sello rojo. Le niegan al país la posibilidad de avanzar con fuerza financiera y técnica hacia la solución de los grandes problemas de servicios públicos primarios, porque el paradigma de la destrucción, pareciera, hasta ahora, dar los frutos electorales esperados. La miopía es de tales proporciones, que las arbitrariedades sesgadas castigan a sus propios militantes en las barriadas populares.
Las necesidades financieras de Barquisimeto para sustituir sus redes de aguas servidas son gigantescas. Mientras el gobierno central no realice los aportes presupuestarios con un real sentido de responsabilidad, no podremos visualizar un horizonte para resolver el problema. Continuaran los paños y el proceso de deterioro se agudizara a la par del crecimiento urbano de los grandes centros poblados. Las aguas negras seguirán desbordándose por todos lados, hasta que se produzca una situación de emergencia sanitaria. Es un asunto de sensatez…
Mis comentarios:
.- La ciudad acusa una delicada situación de colapso de sus sistemas cloacales.
.- Los barrios cuyas tuberías son de vieja data, presentan serios problemas que requieren ser atendidos a través de la mancomunidad intergubernamental…
.- Esto es muy delicado.
La justicia protege los pasos del hombre recto, la malicia causa la ruina del pecador… (Proverbios 13:6)
