En sus 111 años de vida, con aporte institucional brindando orientadora enseñanza a un pueblo laborioso y de creativo pensamiento, EL IMPULSO ha enfrentado serias dificultades. Sin embargo, esos obstáculos los ha sabido superar honrando su historia.
Por ejemplo, dura fue la edición de EL IMPULSO en Caracas, el año 1929, dirigido por el doctor Juan Carmona, quien al no atender ásperas órdenes de publicar notas sobre un acto oficial de la dictadura gomecista, fue puesto preso y la publicación caraqueña prohibida. Aun así, el periódico siguió editándose en Barquisimeto, sin torcer su línea editorial.
Después, 19 de diciembre de 1933, fecha aniversaria de los 25 años de aquel oprobioso régimen, EL IMPULSO no insertó en la reseña de tal celebración la foto del dictador Juan Vicente Gómez. Entonces el presidente del estado Lara, Eustoquio Gómez, montó en cólera y obligó recoger todos los ejemplares que habían salido a la calle y ordenó imprimir un nuevo tiraje, por supuesto, con la imagen del caudillo nacional en primera plana. A pesar de ese atropello, EL IMPULSO continuó apegado a su posición ética.
Otro caso de intolerancia sucedió en diciembre de 1939 cuando un jefe civil de Barquisimeto multó a este periódico, dirigido por el escritor Eligio Macías Mujica, tras haber publicado críticas acerca de un acto político efectuado en esta ciudad.
Más tarde, en octubre de 1945, el Gobierno de Lara a través del despacho de Secretaría General prohibió por varios días la impresión de EL IMPULSO. En ese trance el director del periódico era don Jesús Carmona, quien acató el alto. Y luego la circulación siguió, guiada siempre por la verdad.
En los años 50’, durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, túnel de oscuridad política donde rondaba el lápiz rojo de la censura, EL IMPULSO vivió tiempos de acoso, enfocado por la mira dictatorial. No obstante, mantuvo su rol de prensa independiente.
Ahora este diario, como se sabe, está otra vez en duro momento. La compra de papel para imprimir su contenido, insumo que se gestiona ante una corporación oficial, ha estado llena de escollos, en cuesta arriba de dificultades. Por tal motivo su paginación de pronto se ve reducida a un solo cuerpo, a limitada presencia. Pero EL IMPULSO es consecuente con un pueblo que sabe valorar la libertad de expresión, pues así ha enseñado en su trayectoria de luces el actual Decano de la Prensa Nacional.