En 70 años, «El Principito» de Antoine de Saint-Exupéry ha crecido mucho. El niño del asteroide es la estrella de una película proyectada el viernes en Cannes, pero también el emblema de una marca internacional declinada en millones de objetos.
El cuento humanista, un fenómeno editorial planetario, ya fue adaptado unas 20 veces para la televisión, el teatro y el cine. La última versión, proyectada fuera de competición en el prestigioso festival de cine francés, es una película de animación dirigida por Mark Osborne, el realizador de «Kung Fu Panda».
La célebre acuarela en tonos pastel del Principito y su zorro, dibujada por Saint-Exupéry para la portada de su cuento filosófico y poético publicado en 1943 en Nueva York -y tres años después en Francia-, es conocida en el mundo entero. Se ha convertido incluso en un logo impreso en todo tipo de objetos -de sábanas a vajillas para bebés, pasando por relojes o artículos de papelería.
Las licencias las concede desde hace 25 años la Sociedad por la Obra y la Memoria de Antoine de Saint-Exupéry, gestionada por los cuatro sobrinos del aviador, señaló a la AFP Thomas Rivière, encargado de administrar los derechos en varios mercados, incluida Francia.
Según él, en el mundo hay unos 10.000 productos de «El Principito».
La empresa no revela sus beneficios, y se limita a decir que la venta de los objetos con licencia genera unos ingresos de 100 millones de euros (110 millones de dólares) anuales en todo el mundo.