El desbordamiento de una cloaca en la calle 1 con carrera 22, en la comunidad de Cerritos Blancos, mantiene afectados a los vecinos quienes demandaron de las autoridades la reparación de este bote, en virtud de la contaminación que ha generado para todos porque se exponen obligatoriamente a sus olores y putrefacción las veinticuatro horas.
Los afectados de este sector del suroeste de Barquisimeto, en la parroquia Juan de Villegas, manifestaron no estar dispuestos a seguir soportando este foco que les afecta considerablemente y no les permite vivir con tranquilidad.
Señalaron que los desagradables olores por el correr de las aguas por las calles de la barriada se introduce en todas las áreas de las casas y les impide consumir alimentos a las horas de las comidas.
Indicaron que lo que más les preocupa son los niños que respiran esta contaminación y no quieren que sufran enfermedades pulmonares y de la piel, aunque el mayor temor que sienten las familias es por la escasez de medicamentos pediátricos, y por la deficiente atención en los centros de salud de la red sanitaria del estado Lara.
En este sentido, le hicieron un llamado a la empresa hidrológica de la entidad para que se apersone con una cuadrilla de obreros en el lugar y proceda a la reparación de este alcantarillado.
Expusieron que debido a la ola de calor existente la situación ha pasado de normal a grave, ya que los vapores que emanan de esas aguas son más fuertes e intensos.
Adelantaron que de continuar este inconveniente están dispuestos a salir a la avenida Florencio Jiménez a presionar con una acción de calle, porque es la única forma de hacerse sentir públicamente para que las autoridades competentes se muevan y cumplan lo que por ley le es obligatorio.
Acorralados por la inseguridad
Los atracos a mano armada son el principal delito que en materia de inseguridad se registran en Cerritos Blancos, según la ciudadana Francisca de López.
Ella afirmó que su hija, de 18 años, resultó despojada de su cartera y de su celular, minutos después de haber salido de su casa rumbo a la universidad, lo que le imposibilitó escuchar clases ese día ya que le llevaron su carnet y sus documentos personales, entre los que también se encontraba la planilla de inscripción que avala su vínculo académico con la casa de estudios supriores.
Por su parte, Ernesto Villanueva puntualizó que el transporte público está azotado por sujetos que no llegan a la mayoría de edad, pero andan armados con pistolas nueve milímetros, se suben a las busetas para atracar a conductores y pasajeros, y hasta secuestran las unidades para luego pedir rescates millonarios.
En este sentido, hizo un llamado para que se integren todos los cuerpos de seguridad en el combate a estos hechos que perjudican la tranquilidad de los ciudadanos de la zona.