La Torre Eiffel cerró al público durante la mayor parte de este viernes cuando los trabajadores detuvieron sus labores para protestar por el aumento en los robos agresivos en la estructura y sus alrededores, en perjuicio de los miles de turistas que la visitan diariamente.
El paro tuvo lugar un día después que las autoridades parisinas dijeron que los delitos contra los turistas en la capital francesa bajaron este año gracias al refuerzo de la presencia policial y las cámaras de video de vigilancia.
Una multitud de turistas se congregó en el lugar para admirar la estructura aunque sin poder subir. La torre suele estar abierta todos los días del año, pero a veces cierra brevemente por huelgas o amenazas de bombas.
La atracción turística permaneció cerrada mientras el personal y la dirección debatían posibles medidas de seguridad y reabrió ya bien avanzada la tarde.
Denis Vavassori, un empleado de la torre y dirigente sindical, dijo que los trabajadores solicitan que haya una presencia policial permanente.
«Es un problema creciente. Siempre hay carteristas en la Torre Eiffel pero ahora estamos enfrentando un grupo organizado», dijo a The Associated Press.
Agentes de policía patrullaron el área el viernes a pie, en bicicletas y patrullas.
Los trabajadores del Louvre hicieron una huelga similar en 2012, quejándose del problema creciente de los carteristas que operaban en las salas del famoso museo parisino.
En los últimos meses, las autoridades de la ciudad también desbarataron varias redes de ladrones, dijo el fiscal Francois Molins, quien visitó el jueves el distrito turístico de los Campos Elíseos para demostrar la seriedad con que la policía encara los delitos contra los visitantes.
París también reforzó la seguridad desde los ataques en enero a la publicación satírica Charlie Hebdo y a un supermercado kosher que dejó 20 muertos, entre ellos los tres hombres armados.
