La coordinadora de la consulta de retina en el Hospital Dr. Miguel Pérez Carreño, señaló que el síntoma clínico típico de la miopía es la mala visión de lejos y mejor visión de cerca. “Los pacientes suelen acercarse los objetos o entornan los párpados.
La calidad visual puede empeorar al anochecer, con frecuencia manifiestan observar destellos luminosos (fotopsias) y moscas volantes (miodesopsias)”, agregó.
Sostuvo Ramírez que no existe un tratamiento específico para la miopía patológica. Indicó que debe brindarse la mejor corrección óptica, con la utilización de gafas o de lentes de contacto. “En algunos casos puede considerarse la corrección quirúrgica. En aquellos pacientes en los que se presenten complicaciones, éstas deben tratarse según corresponda a cada caso”, añadió.
No todas las lesiones de la retina que presentan los ojos miopes dan síntomas, por lo que es recomendable realizar controles periódicos. “En los pacientes con miopía patológica el diagnóstico precoz y la evaluación periódica constituyen la principal herramienta para establecer la presencia de complicaciones en el momento adecuado, permitiendo así su tratamiento oportuno y el mantenimiento de una calidad visual aceptable para su desarrollo biopsicosocial”, resaltó la oftalmólogo.
Problemas asociados
La neovascularización coroidea (NVC), es una de las complicaciones de la miopía patológica que amenaza la visión. Consiste en la acumulación anormal de vasos sanguíneos en la capa protectora de tejido ocular (llamada coroides). Es la principal causa de pérdida visual central entre el 5% y 10% de los pacientes con miopía patológica.
“Actualmente, en mi experiencia, la administración intravítrea de fármacos antiangiogénicos parece ser la mejor opción de tratamiento para esta complicación. Existen otras opciones aceptadas, como la fotocoagulación con láser, la terapia fotodinámica, e incluso procedimientos quirúrgicos como la translocación macular”, refirió Ramírez.
Explicó la especialista que el ranimizumab está indicado en aquellas patologías que incrementen la concentración intravítrea de factor de crecimiento endotelial (VEGF).
“Se ha visto disminución de la pérdida visual e incluso ganancia de visión, al utilizarlo como tratamiento de patologías neovasculares como la degeneración macular relacionada a la edad, la retinopatía diabética y las oclusiones vasculares retinianas.