La tarjeta de la MUD es la más votada del país como se evidenció en la elección presidencial de 2013 cuando sacó incluso mayor votación que el PSUV. Por lo tanto sería ilógico, inconveniente e inexplicable que en esta coyuntura le neguemos al electorado el derecho a votar en esa tarjeta que representa nada menos que la unidad de la alternativa democrática.
Ya varios partidos, incluyendo La Causa R, hemos manifestado nuestra disposición a sacrificar intereses particulares para empujar juntos la tarjeta Única de la MUD en las elecciones parlamentarias, conscientes de que la misma aumentaría considerablemente nuestras posibilidades de concretar una contundente victoria capaz de generar los cambios que el país espera ansiosamente. Lo hacemos a pesar incluso del escenario de la ilegalización de nuestro partido, pero preferimos recoger firmas nuevamente para legitimar nuestra organización, que lamentarnos por haber perdido la mejor oportunidad de cambio de los últimos años.
Además, la decisión de ir con la Tarjeta Única es la mejor forma de sanar cualquier herida que haya dejado el mal manejo del tema de las primarias y los consensos. Esta es la mejor manera de pasar la página y demostrarle al pueblo que estamos realmente unidos más allá de cualquier diferencia. No es tiempo de competir entre nosotros, la realidad amerita un mensaje coherente y una fuerza cohesionada en torno al objetivo común de rescatar el país y la democracia. Cualquier otro interés, por mas legítimo que sea, debe ser subalterno a este reto histórico que se nos presenta.
Pero es que además debemos asumir con humildad y seriedad los datos que nos muestran todas las encuestas en las que se reseña que la mayoría de los votos opositores son independientes, o sea, procedentes de ciudadanos que no militan en ninguno de los partidos que hacemos vida en la MUD pero que apoyan nuestra lucha unitaria para alcanzar un cambio político en el país. ¿Cómo negarle a ese amplio electorado la tarjeta que verdaderamente los representa? ¿Será esa la estrategia de algunos para abultar de forma ficticia la votación en sus partidos utilizando luego esos votos para decidir candidaturas y maquetas? La tarjeta de la MUD es un patrimonio de toda la sociedad democrática y no tenemos derecho ahora de sacarla del tarjetón electoral. Es un activo muy valioso que todos hemos ayudado a construir y que ahora no podemos abandonar.
Finalmente creemos que no hay mejor vacuna contra el divisionismo que será propiciado por el propio Gobierno, que ir a las elecciones con la Tarjeta Única de la MUD. Todo lo que quede fuera de ella será fácilmente identificado, lo que se dificulta en un escenario de alianza entre decenas de partidos en la que puede camuflarse opciones diferentes que busquen dividir el voto opositor en beneficio del régimen. Son todas ventajas. No tenemos margen de error y no hay excusa para equivocarnos. Demostremos la unidad.
Caso cerrado, el dictamen final lo tiene usted.
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