La capital del municipio Andrés Eloy Blanco se mantuvo prácticamente paralizada durante toda la mañana, y parte de la tarde de este martes, debido al paro cívico llevado a cabo por el comercio, transportistas de rutas urbanas e interurbanas, mototaxistas, productores agrícolas y hasta los centros educativos, en protesta por el incremento de los niveles de inseguridad.
Félix Saavedra, presidente de la Asociación de Comerciantes del municipio, y Rita Pérez, concejal, coincidieron al afirmar que últimamente Sanare y toda la entidad han quedado a merced de la delincuencia aprovechando la deficiente dotación policial y de la Guardia Nacional.
Pusieron como ejemplo el caso de la Policía de Lara, que tiene asignados 63 funcionarios y tres patrullas para más de 60 mil habitantes, pero por vacaciones, enfermos, permisos y otras causas, apenas quedan ocho o diez en servicio y la Policía Municipal, de 171 efectivos que tenía apenas quedan 40.
Saavedra reconoció el trabajo del comisario Eugenio Roth, nuevo jefe de la comisaría de la Policía de Lara, pero no puede ser más efectivo con esa falta de personal.
Igual ocurre con la Guardia Nacional, apenas con seis funcionarios, cuando se necesitan cerca de 50, además de vehículos rústicos para que puedan cumplir recorridos por la zona rural, azotada permanentemente por los delincuentes, en su mayoría procedentes de otras entidades.
Como se ha informado, el pasado fin de semana fueron asesinados a tiros dos jóvenes y un tercero quedó herido, lo que una vez más despertó las alarmas entre la población.
Para llamar la atención de las autoridades se convocó para este martes un paro cívico que fue acatado en más de un 90% por parte del comercio, igual que el transporte colectivo y en especial los mototaxistas, estos últimos los más azotados por el hampa al punto de que diariamente les roban hasta tres motos.
Los trabajadores del campo también se incorporaron y por falta de transporte tampoco hubo clases con normalidad.
Muy temprano colocaron obstáculos en las salidas de la ciudad, en La Puerta, vía hacia Quíbor, Los Tubones y Casa e’ Tabla, hacia El Tocuyo y Yacambú.
Mientras tanto, en diversos puntos de Sanare, como las avenidas Jacinto Lara, Libertador y Miranda, los mototaxistas atravesaron sus máquinas impidiendo el desplazamiento automotor.
Las calles de la ciudad se observaron desoladas, principalmente por no existir comercios abiertos.
“Ya está bueno de aguantar y el gobierno que no hace nada para darnos seguridad”, expresó una mujer frente a un abasto, esperando lo abrieran en cualquier momento, lo que no ocurrió durante toda la mañana.
“Ya no sólo nos roban las motos y el dinerito que nos ganamos trabajando; ahora también nos están matando y la policía bien, gracias”, señaló uno de los mototaxistas mientras participaba en uno de los cierres en el centro de la ciudad.
Saavedra, quien permanecía en La Puerta, dijo que estaban dispuestos a mantener la protesta hasta reunirse con alguna autoridad con poder de decisión.
Cerca de las once se acercó al sitio el comisario Edwin Cárdenas, jefe de la subdivisión del Cicpc en el municipio Jiménez, quien escuchó sus planteamientos.
Posteriormente, poco después de la una de la tarde, llegaron dos oficiales de la Guardia Nacional y se convino en levantar los cierres de vías y celebrar una reunión en la concha acústica del parque Andrés Eloy Blanco.
Allí, mototaxistas, comerciantes y productores del campo plantearon una vez más la situación que confrontan por el incremento de la inseguridad y recibieron promesas de que se buscarían soluciones.