El Observatorio Europeo Austral reveló hoy la imagen más detallada tomada hasta el momento de la nebulosa Medusa.
Las estrellas situadas en su corazón ya iniciaron «su transición a la jubilación», arrojando sus capas externas al espacio y formando una colorida nube.
La nueva imagen fue captada por un equipo de astrónomos utilizando el telescopio de gran tamaño (VLT) ubicado en Chile, dentro del programa «Joyas Cósmicas» del ESO.
Según explica el Observatorio en un comunicado, la imagen augura el destino final del Sol, que finalmente también se convertirá en un objeto de este tipo antes de terminar su vida activa como «enana blanca».
También conocida como Sharpless 2-274, Medusa tiene una extensión aproximada de cuatro años luz, se encuentra en la constelación de Géminis (los gemelos) a 1.500 años luz de la Tierra y, a pesar de su tamaño, es extremadamente débil y difícil de observar.
Los filamentos serpentinos de gas -con el resplandor rojizo del hidrógeno y verde, del oxígeno- bautizan a esta nebulosa con el nombre de la «gorgona Medusa», criatura de la mitología griega que tenía serpientes en lugar de cabellos.
Durante decenas de miles de años, los núcleos estelares de las nebulosas planetarias permanecen rodeados por nubes de gas espectacularmente coloridas; pocos miles de años después, el gas se dispersa de manera intermitente en su entorno, dando lugar a estructuras como la de Medusa.
La etapa como nebulosa planetaria es sólo una pequeña fracción de la vida útil total de una estrella, apunta el Observatorio.
Comparada con una vida humana, añade, sería un breve instante «equiparable al tiempo que tarda un niño en hacer una burbuja de jabón y verla alejarse a la deriva».