Facebook quiere ahondar aún más en su negocio. Y, para ello, pretende tocar otras teclas al margen de la melodía principal. Su mayor reto es el de conseguir que los usuarios «vivan» dentro de su plataforma. Que no salgan de ella, que toda actividad en internet se concentre aquí. Realidad virtual, nuevas notificaciones y más interactividad, espacio de consulta de información son algunos de sus nuevos pilares de crecimiento, a los que habría que sumar otro deseo: el juego.
Ahí entra la aplicación de mensajería Messenger, que alberga a unos 600 millones de usuarios, y que se ha convertido en «algo más» que un mero chat. Enviar dinero a través de ella se une a la posibilidad de compartir los llamados «emojis» -emoticonos, para entendernos- y demás archivos multimedia. Ahora, la compañía ha aumentado el interés en los juegos, según informa «The Information». Que no sería descabellado.
Este movimiento se justifica gracias a la capacidad de los juegos para generar ingresos al tiempo que capta el interés de los usuarios, entendida como una de las nuevas adicciones de las personas más metidas en las nuevas tecnologías. La compatibilidad de estos juegos llega dos meses después de anunciarse que la aplicación Messenger, una de las puntas de ataque de la compañía en estos momentos, ofrecería soporte para servicios de terceros que impulsen la comunicación.
Para ello, Facebook ha comenzado a mantener conversaciones conempresas desarrolladoras de videojuegos de corte social, quienes se encargarían de crear juegos «ad hoc», juegos pensados para usarse desde Messenger, aunque se desconocen los planes oficiales y posible fecha de emisión de los primeros títulos. La versión para ordenador de la red de los 1.450 millones de usuarios demostró su capacidad de mantenerles entretenidos durante mucho tiempo.
Facebook ha venido fortaleciendo la aplicación con nuevas funcionalidades. La decisión de enfocarse como aplicación independiente le ha permitido trabajar en horizontal sobre capacidades y características propias, diferenciándose de WhatsApp, la popular aplicación de mensajería instantánea (800 millones de usuarios), adquirida el paso año en una asombrosa operación financiera.
WhatsApp para vender desde empresas
Precisamente, de WhatsApp se está pensando utilizarse como mecanismo para conectar a empresas y consumidores. Según ha desvelado Bloomberg, la compañía norteamericana estudia la posibilidad de introducir funciones B2C («business to consumer», empresa a consumidor) en esta aplicación, una medida interpretada como fórmula para generar ingresos. «Creemos que permitir que la mensajería B2C tiene un buen potencial de negocio», señalaba David Wehner, director financiero de Facebook, en una conferencia de tecnología de JPMorgan.