La alegría, la tristeza, el miedo, la ira y el asco convertidos en personajes son las estrellas de «Intensa Mente», el último filme de animación de los estudios Disney Pixar, que fue ovacionado este lunes en Cannes.
Este hábil y conmovedor pequeño tratado de psicología dirigido por Pete Docter, apto para grandes y pequeños, propone a los espectadores conocer sus propias emociones, «esas vocecitas que toman el control de tu cabeza».
La historia sigue a la pequeña Riley, desde su primer grito (de alegría) hasta su primera depresión a los 11 años, consecuencia de la mudanza de la familia a una gran ciudad fría y anónima.
Sumergido en el cerebro de Riley, el espectador descubre el centro de control de las emociones y los pensamientos de la niña: la alegría irradia entusiasmo, la tristeza lo ve todo negro, el miedo se ocupa de la seguridad, la ira pide que impere la justicia y el asco evita que indeseables le hagan la vida imposible.
El estreno mundial está previsto entre el 17 y el 19 de junio.
En el cuartel general de la conciencia de Riley, las emociones interactúan antes de tomar alguna decisión o cuando aparece una sensación nueva.
La película despliega un particular dominio técnico, con bellísimas imágenes digitales, al servicio de un guión inédito que abre las puertas de la galaxia Disney a nuevos y entrañables personajes.