Al menos 49 personas murieron el lunes cuando un alud provocado por fuertes lluvias arrasó con las casas de una localidad colombiana en medio de la noche.
El desastre ocurrió alrededor de las tres de la mañana (0800 GMT) en la localidad de Salgar, en el departamento de Antioquia y a 265 kilómetros al noroeste de Bogotá.
María Inés Cardona, funcionaria de la gobernación de Antioquia, dijo a The Associated Press que los muertos ascienden a 49, que los heridos no son de gravedad y se abstuvo de dar una cifra de desaparecidos.
Diego Agudelo, de 34 años, relató por teléfono a AP desde Salgar que cuando despertó la avalancha se estaba llevando la parte trasera de su casa. «Era piedras y palos por todas partes. Impresionante la fuerza del río», dijo.
Agregó que el río creció de pronto y «empezó a recoger todo lo que veía a su paso».
Agudelo, que trabaja como albañil, explicó que entre las víctimas «hay de todo: ancianos, niños, mujeres» y que las casas que se llevó el alud estaban bien construidas «pero la avalancha arrasó con todo».
Otros sobrevivientes señalaron a la estación Blu Radio que se despertaron tras un fuerte estruendo y los gritos de los vecinos. Muchos apenas pudieron reunir a sus seres queridos y salir del paso de la avalancha de grandes piedras y lodo que ocupó el lugar de sus casas en la quebrada Liboriana.
Las autoridades de manejo de desastres y los helicópteros de la policía se apresuraron a llegar al lugar bajo las órdenes del presidente Juan Manuel Santos.
El general José Ángel Mendoza, autoridad policial en la zona, señaló que la inundación destruyó el acueducto de la localidad y provocó inundaciones incluso en las partes menos peligrosas del pueblo. Solicitó a las autoridades el envío de agua y alimentos para lidiar con la emergencia.
El pueblo de 18.000 habitantes yace en una de las principales regiones cafetaleras de Colombia. El expresidente Álvaro Uribe (2002-2010), quien pasó gran parte de su infancia en Salgar, anunció vía Twitter que iba rumbo al lugar para acompañar a las víctimas.
Uribe se hizo presente de inmediato en Salgar y pidió a las empresas públicas y privadas que colaboren para tratar de paliar los daños.