EL IMPULSO está profundamente herido en su derecho a informar libremente, pero sigue vivo y también nosotros los articulistas seguiremos con él hasta el final.
La intolerancia y el odio han ido cerrando los caminos a la libertad de prensa y de opinión. La inteligencia es el peor enemigo para la tiranía. He allí la razón por la que Emiliano Zapata decía que “La ignorancia y el oscurantismo en todos los tiempos, no han producido más que rebaños de esclavos para la tiranía”
Afortunadamente hay muchas maneras y avanzados sistemas de comunicación para llegar a los lectores de todo el mundo.
Continúo con el tema de la semana pasada“En el juego de la vida” que termina hoy.
La imaginación es el incitador que busca obtener la victoria en el ajedrez y en otros juegos, también lo es en el juego de la vida.En el juego como en las luchas de la vida quien se cansa pierde, como pierde quien tiene prisa por ganar.
Para mantener la vida, humanos y animales deben enfrentar sus propias batallas. Desde que el pollito nace aprende a luchar en medio de los peligros.
Este tema me lo inspiró mi hija, quien se vio obligada a buscar en tierras ajenas la oportunidad de tener una vida digna en paz y segura, país que ha reconocido su talento, su arte y el profesionalismo que en su tierra nunca le fue apreciado.El desaliento de vivir en un país sin oportunidades ni libertades ha obligado muchos jóvenes a emigrar para hacer de su vida algo extraordinario.
Nada hay mejor que amar el terruño en que se nace y permanecer en él por siempre felices, pero cuando las crueles realidades cierran los caminos a la realización personal, es mejor emigrar que permanecer estancado sin esperanza alguna. No podemos aferrarnos a la tierra nativa por mucho que se le ame, tampoco a la rama hogareña como aquel halcón del cuento que se conformaba con que le pusieran la comida debajo de su rama para no tener que volar por comodidad o por cobardía. La única manera que lo obligó a volar fue cuando alguien le cortó la rama a la que se aferraba,obligándolo a caer o a volar. Solo así descubrió la delicia que es volar libremente.
Con todo y las dificultades que significa dejarlo todo para buscar un futuro y una vida mejor, en un país con otra cultura, otro idioma, otra gente,vale la pena cuando el país que lo acoge es una tierra de oportunidades, de respeto y libertades. Si no se asumen riesgos nunca se sabrá lo que es vencer en el juego de la vida.
Lejos de la tierra en que uno nace, aprende a valorar la generosidad de la que lo acoge, aprende a amarla, respetarla y hasta defenderla contra cualquier peligro como si fuera la propia patria.
Carta de una hija a su patria:
Querida Venezuela: Con el dolor en el alma me tengo que alejar, te dejo. Voy a recuperar mis esperanzas, mis alegrías,mi libertad, mis derechos, a sanar mis heridas y grandes frustraciones. Me tengo que alejar, te dejo. Rezaré por ti, te llevaré con mi bagaje de sueños y volveré como regresa la aurora después de una larga y tormentosa noche oscura. Volveré un día cuando nos regresen los derechos y libertades, a extasiarme en tus arreboles,en la soledad de tus estrellas, en el monótono canto del grillo vocinglero.
Adiós amada Venezuela, adiós mis amados horizontes, mis viejas esperanzas, mi gente, mi casa, mis recuerdos. Pediré siempre a la Virgen que te proteja y con mis manos juntas a Dios te encomendarécada día rezando por ti siempre un Padre Nuestro…