Estamos de acuerdo en que fuerte es mucho mejor, más sexy y saludable que simplemente flaca y aquí te traemos algo cercano a una guía de cómo lograrlo y no morir en el intento.
El gimnasio
Ir al gimnasio es fundamental si en tu plan está ser fuerte y sexy. Ahí tendrás las herramientas para fortalecerte, es importante ir entre 4 y 5 veces a la semana para poder ver resultados.
Ahí podrás alzar peso, lo que nos lleva a nuestro segundo punto. Piérdele el miedo a las pesas, no te van a hacer ver súper musculosa de la noche a la mañana mucho menos varonil, te van a hacer ver fuerte y sexy. Antes de comenzar con las pesas es importante que calientes, no cometas el error de gastar toda tu energía haciendo un calentamiento de 45 minutos de cardio, móntate en la máquina de tu preferencia y haz entre 5 y 10 minutos, no más, a partir de ahí haz tu rutina de pesas y completa tu entrenamiento cardiovascular al finalizar el de fuerza corriendo unos 30 minutos.
Correr es el ejercicio de cardio por excelencia, te va a ayudar a eliminar esa grasita extra y limpiarás tus músculos.
Es importante que tengas un plan de entrenamiento. Por lo general cuando vamos al gimnasio sin un plan o entrenador que nos guía, no sacamos el potencial que pudiéramos. Contacta con alguno de nuestros aliados para que hagas de tu entrenamiento lo más eficiente posible.
Mientras estás en el gimnasio haciendo tus rutinas es importante no rendirse y entregar todo lo que tienes y más. Acostúmbrate a completar todas las rutinas, exigirte hasta el final y no rendirse en el camino, así será más fácil ver los resultados, debes retarte para ganar. De esta forma haz que cada repetición cuente, el secreto es tener calidad de repetición sobre cantidad de repeticiones, es preferible que hagas de 8 a 10 repeticiones con un peso mayor dando tu 110% haciéndolas de manera efectiva a que hagas 15 mal hechas.
Acostúmbrate a no repetir demasiado las rutinas de ejercicios. En la variedad está el cambio, cuando hacemos por mucho tiempo una misma rutina de ejercicios el cuerpo se acostumbra y la evolución será más lenta. Variar el entrenamiento día a día despierta los músculos del cuerpo y los mantiene activos.
Una manera interesante y divertida de variar el entrenamiento pero seguir trabajando la fuerza es probar el crossfit, no hay que dejar el gimnasio, bajo ningún concepto, sólo que para variar un poco el crossfit es una excelente herramienta, te mantiene fuerte, tienes un entrenador a tu lado y te vas a divertir.
A todo esto súmale una buena alimentación. Ser fuerte no tiene nada que ver con mantenerte en dietas que te hacen pasar hambre y tener la cabeza loca contando calorías. Se trata de comer muy bien, sano y balanceado.
Si estás en un entrenamiento de fuerza debes comer alimentos cargadas de proteínas, vitaminas, fibras y carbohidratos, cosas como jamón de pavo, pescado, mariscos, huevos, champiñones, leche, yogurt, granos y almendras. Ponerte en contacto con cualquiera de nuestros nutricionistas aliados puede ser una excelente idea para adecuar tu dieta diaria con tu plan de entrenamiento.
Para convertirse en una persona fuerte debes hacerlo un estilo de vida, enfocarte en tus entrenamientos, tus progresos y la alimentación que llevas. Los resultados no se ven de la noche a la mañana y en el momento en que pares sencillamente perderás todo el esfuerzo que hiciste. Enfócate que ser fuerte y sexy es posible.