Poseer tejido graso se ha convertido en una ventaja para la ciencia, debido a la abundancia de células madre en la grasa corporal que todos los seres humanos tienen, incluso los más delgados o atléticos.
Especialistas de la Unidad de Terapia Celular (UTC) del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic), han obtenido células madre estromales mesenquimales de tejido adiposo de pacientes sometidos a procedimientos de liposucción por razones estéticas, las cuales han mostrado potencialidades para la regeneración de hueso.
La investigadora de la UTC del Ivic y líder del estudio, María Elena Márquez, informó que con 50 ml de la grasa extraída durante la cirugía -normalmente descartada por el médico- se han conseguido resultados altamente satisfactorios.
“Queríamos confirmar si había mayor cantidad de células madre del tipo mesenquimal en el tejido graso que en la médula ósea y hemos observado que hay 500 veces más. En la médula ósea, las células madre estromales representan el 0.001%, mientras que por cada gramo de grasa hay 5.000 de estas células madre. Lo que hicimos fue aprovechar el material de grasa que el cirujano desecha y usarlo para futuros tratamientos”, dijo.
En vista de que las células madre estromales mesenquimales tienen la capacidad de generar células formadoras de diversos tejidos (como hueso, cartílago y músculo), la grasa es una fuente alternativa segura, rápida y confiable para la aplicación de esta novedosa tecnología. “Si para crecer células madre mesenquimales obtenidas de médula ósea tardamos de 4 a 6 semanas, con células madre mesenquimales provenientes de tejido graso demoraríamos de 2 a 3 semanas”, explicó Márquez.
Las mujeres tienen más grasa que los hombres. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en los hombres no deportistas representa entre 12% y 20% del peso corporal, mientras que en las mujeres no ejercitadas equivale al 20% y 30%. Se entiende por grasa al tejido o agregado compuesto exclusivamente por células de grasa (adipocitos).
Debajo de la piel, rodeando los órganos o alrededor del vientre, la grasa se distribuye a lo largo del cuerpo, protegiéndolo del frío, las caídas y el decaimiento energético diario. Si bien su exceso puede desencadenar numerosas enfermedades, la grasa es tan esencial para la especie humana que el embrión comienza a producirla en el segundo trimestre de gestación.
Previniendo el dolor
Actualmente, la principal fuente para la obtención de células madre estromales mesenquimales es la médula ósea, tejido esponjoso ubicado al interior de algunos huesos. Para obtenerlas, se requiere realizar una punción -usualmente en la cresta ilíaca de la cadera- por lo que el paciente debe ser anestesiado en su totalidad. Es un método doloroso.
“En cambio, las células madre mesenquimales procedentes de grasa pueden obtenerse de forma ambulatoria con anestesia regional o local, disminuyendo así los efectos molestos asociados al procedimiento de punción del hueso de la cadera”, aclaró María Elena Márquez, investigadora de la UTC del Ivic.
Las muestras utilizadas en este proyecto -financiado por el Programa de Estímulo a la Innovación e Investigación del Ministerio del Poder Popular para Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología- fueron proporcionadas por Rubén Contreras, cirujano plástico del Instituto Médico La Floresta, con el consentimiento informado de los pacientes.
Una vez en el Ivic, el material pasó por una serie de etapas destinadas al aislamiento, caracterización y expansión de las células madre estromales mesenquimales. Las células obtenidas son mantenidas en frascos de cultivo hasta lograr un gran número de ellas. Posteriormente, se realizan las pruebas de control de calidad y se confirma que se generan células formadoras de hueso (osteoblastos) y otros tipos celulares como las células endoteliales (formadoras de vasos sanguíneos).
Parámetros de lujo
Las células madre pueden clasificarse por su potencia en cuatro categorías: las totipotentes pueden diferenciarse en todos los tipos celulares, llegando a formar un órgano completo; las pluripotentes no crean un órgano entero, pero pueden crear los tres linajes embrionarios (endodermo, ectodermo y mesodermo); las multipotentes (células estromales mesenquimales) son capaces de reproducir células de su propio linaje embrionario y las unipotentes solo pueden formar un tipo de célula.
¿Cómo saber que las células extraídas de la grasa corporal eran realmente células madre estromales mesenquimales? Para responder esta pregunta, se siguieron los criterios de la Sociedad Internacional de Terapia Celular, la cual establece que las células madre deben: ser adherentes al plástico en condiciones de cultivo; expresar los antígenos CD73, CD90 y CD105 en ausencia de antígenos hematopoyéticos como CD34 y CD45, marcadores de monocitos, macrófagos y linfocitos B; y diferenciarse in vitro en osteoblastos, adipositos y condrocitos.
La meta de la investigación -aun en curso- es usar células mesenquimales en pacientes para regeneración ósea. En la UTC ya se hicieron los ensayos preclínicos (pruebas de laboratorio y en animales); el próximo paso será el uso de estas células para regenerar hueso en pacientes que hayan sufrido fracturas y no hayan curado (seudoartrosis).
La UTC del Ivic, junto al Servicio de Traumatología del Hospital Universitario de Caracas, tienen una gran experiencia en el uso de células madre para la regeneración ósea. “Con el tiempo, será factible emplear más la grasa que la médula ósea como fuente de células mesenquimales”, informó Márquez. En este trabajo también participaron Ingrid Silva, Olga Wittig, Dylana Díaz, Egidio Romano y José Cardier, de la UTC del Ivic.