Es noticia: las autoridades del Seniat prohibieron la imagen de la Divina Pastora en su sede en Lara. La opinión se dividió entre los que creen que en los lugares públicos no deben existir manifestaciones religiosas, por aquello de que ofenden a los que creen cosas diferentes y quienes acusaron a las autoridades del Seniat de ateos o de evangélicos. Cualquierintento de razonar con clama el asunto, quedó sepultados bajo una catarata de recriminaciones e insultos. Casi nadie habló de tolerancia.
Si hay algún lugar donde todas las manifestaciones de la ciudadanía tienen derecho a estar presentes es precisamente en los espacios públicos, que son de todos y donde todos podemos mostrar lo que somos y lo que creemos, sin el temor de ofender a alguien que piensa distinto. Pero esto es una conquista cívica muy reciente, de no hace más de 200 años.
En la calle están los templos, las iglesias, las mezquitas, las pagodas, cada una proclamando a que grupo religioso pertenece. ¿Acaso habrá que derribarlos o exigir que se escondan tras fachadasque no digan lo que son para que nadie se ofenda?
Por la calle andan sacerdotes, pastores, santeros, mullahs, monjes budistas, etc. ¿vamos a pedirles que cambien de vestimentas para que no ofendan a los que no visten como ellos?. Por el mismo razonamiento deberíamos expulsar de la calle a todos los que no son como nosotros: negros, homosexuales, pobres, mujeres vestidas de determinada manera, mendigos, borrachos, etc.
Cuando un grupo cree que tiene algo que lo diferencia de los demás, algo así como un dios “verdadero” pueden terminar por creer que, por mandato divino, deben exterminar a los herejes que adoran a un falso dios. Ocurre a cada rato en el oriente medio.
Todas las religiones han tenido periodos de intensa intolerancia y esto ha llevado a guerras terribles.Los cristianos, sean católicos, evangélicos, cátaros, hugonotes, jansenistas, ortodoxos, etc., tienen demasiadas noches de San Bartolomé en su historia. Los ateos no se quedan atrás, en particular los regímenes marxistas que mataron muchos creyentes señalando que la religión es el opio del pueblo. En la URSS, en China, en Cuba han perseguido y matado a quienes proclamaban públicamente su fe.
Parece que aún estamos lejos de convivir con las diferencias de cualquier tipo o signo. Desconozco las razones para prohibir la imagen de la Divina Pastora en el Seniat. Tal vez son evangélicos, tal vez son ateos, tal vez están cumpliendo con alguna disposición legal.
No lo sé, pero la tolerancia no es propia de este régimen, salvo por supuesto, la tolerancia a la corrupción, la ineficiencia y la ignorancia, entre otras cosas.
Continuará