Un jurado impuso este viernes la pena capital a Dzhokhar Tsarnaev, uno de los atacantes del maratón de Boston, haciendo a un lado el argumento de la defensa de que era sólo un «chico» influido por su hermano mayor que tenía ideas extremistas.
Tsarnaev, de 21 años, permaneció de pie con las manos entrelazadas al enterarse de la sentencia, decidida después de 14 horas de deliberaciones durante tres días, en el juicio por terrorismo que mayor interés ha suscitado en el país desde el caso del atentado con bomba perpetrado hace dos décadas en Oklahoma City.
La decisión prepara el terreno para lo que podría ser la primera ejecución en el país de un terrorista en la era posterior a los atentados del 11 de septiembre de 2001, aunque el caso posiblemente se alargará años debido a las apelaciones.
La ejecución será mediante inyección letal.
El jurado de 12 miembros debía decidir por unanimidad la pena de muerte contra Tsarnaev; de lo contrario, recibiría de manera automática prisión perpetua sin posibilidad de libertad bajo fianza.
Tres personas murieron y más de 260 resultaron heridas el 15 de abril de 2013, cuando dos bombas preparadas con ollas de presión de cocina llenas con fragmentos metálicos hicieron explosión cerca de la línea de meta.
Tsarnaev fue declarado culpable el mes pasado de los 30 cargos federales presentados en su contra, como uso de un arma de destrucción masiva y la muerte de un policía del Instituto Tecnológico de Massachusetts mientras los hermanos Tsarnaev intentaban darse a la fuga.
La abogada de Tsarnaev, Judy Clarke, especialista en casos de pena capital, había reconocido desde el principio del juicio la participación de su defendido en los hechos al afirmar tajantemente: «Es responsable».
Sin embargo, la defensa arguyó que Dzhokhar era un chico impresionable de 19 años al que desvió del camino su hermano Tamerlan, de 26 años, que era dominante y explosivo, y quería castigar a Estados Unidos por las guerras lanzadas en países islámicos.